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17/10/10

Ponencia Espiritualidad y Política, por Cristóbal Cervantes

Este fin de semana se han celebrado en Murcia las Jornadas "Evolución de la Conciencia y Política", organizadas por la Asociación Integral Española, jornadas de las que ya hemos hablado en el blog y también publicamos una entrevista en Facebook con este motivo. Compartimos a continuación el texto que me ha servido de base para la ponencia que he presentado titulada "Espiritualidad y Política". No podemos reflejar aquí el coloquio posterior, pero las ponencias han sido grabadas en su totalidad y se van a colgar pronto en la web de la Asociación Integral todos los vídeos.

ESPIRITUALIDAD Y POLÍTICA

Para comenzar parece oportuno definir qué queremos decir cuando hablamos de “espiritualidad” y de “política”.

Podemos definir la espiritualidad de muchas formas, aquí la vamos a definir como una nueva visión de la vida y una experiencia de unidad y pertenencia, la experiencia de sentir que formas parte de algo más grande y más profundo que tú mismo, que te conecta a todo y a todos, y que te hace ver a todos los seres humanos como hermanos y al planeta como la casa común que tenemos que cuidar.

La política es la gestión de la polis, la gestión de la vida en común, porque los seres humanos somos seres sociales, que vivimos en comunidad, y por tanto hay que ordenar esa vida en común en beneficio de toda la comunidad.

14/10/10

Entrevista en Facebook a Cristóbal Cervantes, editor del blog Espiritualidad y Política

Como anunciamos en nuestra última entrada en el blog, este fin de semana se van a celebrar en la Universidad de Murcia las Jornadas "Evolución de la Conciencia y Política", en las que voy a participar con una ponencia titulada "Espiritualidad y Política". Con ese motivo, nuestro amigo Fran Antón, miembro de la Asociación Integral Española, organizadora de las jornadas, me propuso hace unos días, y acepté, realizarme una entrevista en Facebook online y abierta a quien quisiera participar. Reproducimos a continuación esa entrevista, ordenada y si citar apellidos de los participantes. Espero que sea de interés, es un poco larga, sólo decir una cosa, no soy maestro en nada ni pretendo dar lecciones a nadie, sólo expreso una opinión.

9/10/10

Jornadas Evolución de la Consciencia y Política. Murcia 16-17 de Octubre

Los próximos días 16 y 17 de Octubre se van a celebrar en la Universidad de Murcia las Jornadas "Evolución de la Conciencia y Política", organizadas por la Asociación Integral Española. La organización ha tenido la amabilidad de invitarme a dar una ponencia que titulo "Espiritualidad y Política". A continuación presentamos el programa, los ponentes, y la forma de participar, espero que nos veamos algunos alli, va a ser interesante. Para más información visitar la web de las jornadas.

Nota: En estos momentos me están realizando una entrevista online en Facebook sobre las jornadas, la entrevista estará abierta varios días y está también abierta a la participación de todos, puedes mirarla y participar en esta dirección de Facebook.

6/11/08

Política bodhisáttvica (de Wilber a Obama), por Stuart

Hay una entrevista de los años 90 con Ken Wilber en la que afirma que "los bodhisattvas tienen que ser políticos" y desgrana la evolución de su visión, partiendo de una base espiritual y pasando por el abordaje de distintas disciplinas en cadena, desde la psicología transpersonal, luego la sociología, la antropología, y la filosofía para llegar finalmente a la política y a la conclusión de la necesidad del compromiso social y político. Aquí se ven las semillas de lo que acabaría llamando la visión integral, la expansión desde una perspectiva psico-espiritual, de subjetividad interior e individual (el cuadrante izquierda superior) hasta abarcar otras perspectivas colectivas, exteriores e interiores, intersubjetivas y objetivas, los cuadrantes que tienen en cuenta la co-construcción social de la realidad y su evolución en el tiempo, en fin un abordaje filosófico de perspectivas interiores y exteriores, individuales y colectivas, surgiendo en paralelo, que describe con mucho detalle en Sexo, Ecología y Espiritualidad y, de modo mucho más accesible, en Breve Historia de Todas las Cosas. Para mí este último y el posterior Una Teoría del Todo, donde trata entre otras cosas la política integral, constituyen la bibliografía básica para introducirse en la original kosmovisión de Wilber.

Yo llevaba años interesándome por la política, por la meditación, por la psicología a la vez que luchando con mis fantasmas particulares. De modo que cuando empecé a leer a Wilber, lo que más me movió era esa visión integradora de la política, de la espiritualidad, de la evolución sociohistórica, esa metaperspectiva que ofrece la posibilidad de recuperar los aspectos saludables de las principales cosmovisiones - la tradicional (familia, ley, orden, los mitos), la moderna (el raciocinio, la visión ciéntifica, el individualismo emprendedor) y el postmoderno (lo multicultural, el pluralismo y el relativismo) - para plasmar una transformación en nuestro mundo, tanto por dentro como por fuera, para que seamos cada uno de nosotros el cambio que queramos ver en el mundo, como decía Gandhi. Y a la vez que iba conociendo esta nueva manera de ver las cosas, me acuerdo de escanear el horizonte mediático a la búsqueda de exponentes de esta visión, pensando ¿donde están las voces que necesitamos ahora en tiempos de crisis?, queriendo creer que ya se vislumbraban y luego sintiendo decepción al ver la tozudez de los hechos, de los viejos patrones de violencia, abuso y crueldad en el mundo.

Algo de todo esto se ha movido en mi al asomarme desde el otro lado de la aldea global a la campaña electoral en Estados Unidos, abrazando la esperanza de que el cambio que prometía Barack Obama pudiese ver la luz y que diera lugar no a otro cambio horizontal más, otro cambio de la vieja guardia, donde una visión demasiado estrecha para las circunstancias se reemplaza con otra no menos limitada, sino a una auténtica evolución, el reflejo de la incipiente transformación global de la conciencia humana que será seguramente lo que vamos a necesitar como especie para superar los retos que se avecinan. Será por todo esto que este bodhisattva se conmovió tan hondamente esta mañana al escuchar el discurso conciliador y esperanzador de Obama, en el que incidía una y otra vez en el cambio que necesitamos y que, sí, podemos efectuar. Sí, se puede. Yes, we can.

Fuente: Blog de Stuart Road Maps For The Soul

20/2/08

5 razones para votar a Obama


1. Por significar una tercera vía política: no ideológica, y no sólo política, sino de una pragmática flexibilidad que le permite moverse de izquierda a derecha, y en definitiva, a través de, los problemas globales..

2. Por su cognición, su auto-identidad, y su moral que parecen de nivel verde a turquesa o superior, lo que significa que cumple con el requisito de la altitud de cara a manejar las complejidades del siglo XXI tanto en política interior como exterior.

3. Como resultado de ello, su deficit de experiencia o de edad (las dos principales críticas que se le hacen) lo compensa con su juicio e intuición política, como lo demuestra con su decisión de no autorizar la invasión de Irak, y su actual postura respecto a Irán.

4. Por su imagen. O más concretamente, por su cara y su nombre. Como hombre de color de procedencia musulmana, Obama tiene el potencial de reorientar la lucha mundial contra el extremismo desde una perspectiva auténtica e imparcial con el objetivo de minimizar el sufrimiento humano, en lugar de tener motivaciones imperialistas o fundamentalistas.

5. Por su fe, o mejor por su "humanismo secular". Con tanto terrorismo en nombre de la religión y con unos EE.UU. en situación similar de tensión creciente, la espiritualidad madura y compleja de Obama significa un gran activo tanto en política interior como exterior.

Podría dar otras cinco razones, pero con estas me conformo de momento. Probablemente mejor que cualquier otro candidato a la presidencia, Obama ofrece una manera de trascender varios dualismos y dicotomías: liberales contra conservadores; ateo vs. fundamentalista; negro contra blanco; cristiano vs. musulmán. Que pueda hacer valer ese potencial queda por ver, pero las elecciones presidenciales son siempre un juego de azar, no importa por quién votes. Así que, tal como está ahora, Obama cuenta con mi voto si obtiene el nombramiento, ya que es el que tiene más papeletas de ser "un líder integral."


Fuente: Artículo de Matt Rentschler publicado originalmente en Holons en inglés, y traducido por Alberto J. Revolware en su blog INTEGRAL-es, que ha sido la fuente de esta entrada.



Otros artículos en este blog sobre "lo integral":


Dinámica Espiral y Evolución de la Conciencia Humana, por Ken Wilber



Una Espiritualidad Integral, por Ken Wilber

14/1/08

Entrevista a Ken Wilber

La revista cultural argentina Myriades 1 ha realizado una larga y profunda entrevista al filósofo Ken Wilber. La introducción a la entrevista es un amplio repaso a la obra y el pensamiento de Ken Wilber. La entrevista ha sido dividida en diálogos temáticos separados. Ya se puede leer Los inicios de Wilber y su pensamiento y Desarrollo: individuo y sociedad. Más adelante se publicarán los diálogos sobre masculino-femenino, individuo-comunidad, ¿El desarrollo tecnoeconómico trae más violencia?, Postmodernismo sin salida y el salto al pensamiento integral, La necesidad de ser políglota y por último, Internet: cerebro global con potencialidades de mente global.

La entrevista aparece citada también en la web del Integral Institute (en inglés)

27/6/07

Boomeritis. El narcisismo incrustado en la generación que quiso salvar el mundo, por Fernando Rodríguez Bornaetxea


Boomeritis es el título de un libro reciente de Ken Wilber. El autor ha querido darle al texto la forma de una novela. Es la primera novela de Wilber, aunque no el único libro en el que adopta formatos diferentes al ensayo. “Gracia y coraje” fue su primera incursión en géneros literarios más personales. El “Diario”, pese a su carácter ensayístico, fue una excelente ocasión para volver a acercarnos a un discurso más biográfico. Boomeritis, que estaba destinado a ser una crítica del postmodernismo y su influencia en la vida académica, acabó adoptando este curioso formato. Al parecer, el texto académico resultaba excesivamente aburrido. Según el propio Wilber era un texto crítico y negativo que no aportaba puntos de salida, por lo que decidió reconvertirlo en una novela que escenificase los problemas que la mala comprensión del postmodernismo está provocando entre los miembros de la sociedad.

DINAMICA ESPIRAL

La Primera Parte del libro está consagrada a introducir al lector en el punto de vista integral. Para ello utiliza “Dinámica Espiral”, que es una elaboración del “sistema de valores” propuesto por Clare W. Graves (1914-1986), presentado en 1996 por Don Beck y Christopher Cowan en el libro “Spiral Dynamics: Mastering, Values, Leadership & Change” (1996). En 2002, el acercamiento entre Beck y Wilber propició una rápida expansión del modelo y su reconversión teórica como SDi (Dinámica Espiral Integral), pasando a considerarse una herramienta del Instituto Integral.

Wilber ya ha presentado en otros de sus libros la “Dinámica Espiral” y no vamos a exponer aquí el sofisticado y práctico sistema de análisis socio-cultural puesto a punto por Beck y Cowan. Valga como introducción una frase de Graves: “El psiquismo del ser humano atraviesa un proceso de desarrollo emergente y espiralado que se ve jalonado por la progresiva subordinación de las conductas más rudimentarias e infraordenadas a nuevas conductas supraordenadas, al tiempo que van transformándose los problemas existenciales que le aquejan. Cada uno de los estadios, olas o niveles de la existencia sucesivos constituye así un estado que la persona atraviesa en su camino hacia otros estados del ser. Cuando el ser humano se halla centrado en un determinado estado de la existencia, es decir, cuando el centro de gravedad del yo gira en torno a un determinado nivel de conciencia, todo su mundo psicológico, es decir, sus sentimientos, motivaciones, ética, valores, sistema de creencias, visión acerca de la salud y de la enfermedad mental, así como el modo más adecuado de tratarla, sus concepciones y preferencias en torno a la gestión empresarial, la educación, la economía y la política, asume también el aspecto de ese estado.”
(C. Graves:”Sumary Statement: The Emergent, Cyclical, Double-helix Model of the Adult Human Biopsychosocial Systems”, Boston, 1981)

La Dinámica Espiral se presenta, por tanto, como una descripción topográfica en ocho niveles de la evolución de las mentalidades (beige, púrpura, rojo, azul, naranja, verde, amarillo, turquesa). No es tanto una tipología, que clasifica por cualidades, sino una topografía, que ordena profundidades. No es algo mecánico sino un diagrama de flujos de pensamiento y sistemas de valores que avanzan por oleadas que chocan y se confunden en el proceso de ser y vivir en el mundo.

Como ya hemos dicho, la Dinámica Espiral se ha convertido en una herramienta integral. La principal aportación del punto de vista integral wilberiano a la espiral es el famoso AQ/AL (todos los cuadrantes todos los niveles). De hecho, Wilber ha reconocido que en Boomeritis se presenta la espiral como un simple modelo escalera (Wilber II) porque una novela “no puede llevar más peso”. SDi es, en la actualidad, una adaptación 4Q/8L que está siendo utilizada en diferentes grupos humanos: grupos religiosos, sistemas escolares, industrias de todo tipo, etc.
La ventaja de un modelo como SDi reside en la posibilidad que se le ofrece al lector de ver el mundo desde una atalaya. Aunque sólo sea desde un punto de vista intelectual el lector puede observar y comprender las dinámicas y conflictos que le habitan y le rodean. Comprender la espiral no da acceso directo a la conciencia de segundo grado amarilla. Seguiremos actuando, según las circunstancias y las necesidades, desde cualquiera de los niveles, pero, si somos honestos y nuestro funcionamiento cognitivo no está muy dañado, tendremos una herramienta de enorme valor para comprender nuestra situación y la del mundo en que vivimos.

BOOMERITIS

Con la mayoría de la población en azul (40%), la mayor parte del poder en naranja (50%) y la tendencia creciente a la visibilidad social del verde, los problemas evolutivos se centran en las dificultades en el avance del meme verde y las crisis de transformación de miembros y colectivos de azul y naranja. Dado que todas las perspectivas de primer grado (desde beige a verde) son incapaces de reconocerse entre sí, los problemas fundamentales vienen dados por la incomprensión de los aspectos negativos que necesariamente acompañan cada una de las posiciones. En concreto, la defensa enconada que cada uno de los memes de primer grado establece frente a los otros, como si fueran posiciones alternativas en vez de responder a una lógica jerárquica puede ser una de las causas de la mayoría de las guerras y marginaciones del mundo contemporáneo. Pues bien, Wilber dedica la segunda parte del libro a exponer los argumentos de lo que considera el principal problema actual de la espiral, Boomeritis.

Dejemos que sea el propio Wilber el que defina Boomeritis: “Boomeritis es una versión patológica del meme verde, en concreto, el verde infectado con el rojo. Es decir, la ola principal de desarrollo después de la egoico-racional (o naranja) es la postformal y pluralista (verde). Los muchos aspectos positivos de verde incluyen multiculturalismo, movimientos a favor de la diversidad, conocimiento ecológico, y derechos civiles, contribuciones extraordinariamente positivas. Pero, cada ola de desarrollo tiene su lado negativo o sombra. El lado positivo de verde es su esfuerzo por tratar todos los puntos de vista justamente, y no marginar o excluir ninguno de ellos. El lado negativo es un pluralismo de tierra chata que empieza diciendo que todas las perspectivas deben tratarse con justicia y acaba diciendo que todas las perspectivas deben tratarse igual. Este pluralismo de tierra chata borra toda profundidad, nada es más profundo, superior, más ancho, más íntegro, más compasivo, más afectuoso, o más amoroso. Todo es meramente lo mismo, en las superficies monocromáticas de la tierra chata postmodernista. El ambiente del postmodernismo es, por consiguiente, la ironía interminable. Al decir una cosa, se quiere decir otra, pero bajo ninguna circunstancia se puede albergar una convicción” (Entrevista de Shambhala a Ken Wilber en el momento de la publicación de Boomeritis).

Los Boomers introdujeron este pluralismo chato o plano, pero las generaciones más jovenes-los Holgazanes-X y los Milenarios-Y-crecieron bajo su influencia. Los X (nacidos entre 1960-80) lo manejaron adoptando una actitud más desganada que los Boomer. Al fin y al cabo, si no vale la pena creer en nada, entonces ¿por qué trabajar para algo? Y los Y (nacidos entre 1980 y 2000) tienden a no asumir ningún punto de vista. El comentario que más a menudo se oye actualmente a profesores de universidad es que es imposible conseguir que estos chavales se involucren en ninguna discusión sobre los méritos de un punto de vista particular, porque se supone que todo los puntos de vista son lo mismo. Lo irónico del caso es que esos mismos profesores (Boomers) son los que enseñaron el pluralismo chato para impulsar la agenda izquierdista y acabar con la opresión social--que es enorme. Pero, ese pluralismo no es la manera de acabar con la opresión, sino de consolidarla, porque la noción de que todas las perspectivas son iguales hace que sea imposible criticar cuestiones sociales (por muy injustas que sean), porque se supone que ninguna perspectiva es superior a otra. En lugar de producir una generación de activistas políticos, los Boomers produjeron una generación de inactivos sociales, que carecen de cualquier clase de sentido crítico respecto a cómo llevar adelante una agenda verdaderamente progresista --porque eso implicaría elaborar una serie de juicios y de jerarquías de valores y de perspectivas--que es lo que el pluralismo chato impide.

Si tuviésemos que definir Boomeritis en términos psicológicos podríamos decir que se trata de un punto de vista cultural postmoderno que implica un elevado desarrollo cognitivo insertado en una estructura emocional pobremente desarrollada. En otras palabras, el meme verde hace una regresión al rojo como única manera de defenderse frente al meme azul y al meme naranja. El rojo, recordémoslo, es un punto de vista fuertemente individualista y etnocéntrico. El verde, a falta de mejores razones, defiende su “libertad individual” de lo que considera autoritario o jerárquico (azul y naranja) mediante una actitud típicamente roja, impulsiva y narcisista, que se resume en ¡A mí nadie me dice lo que tengo que hacer!.

De alguna manera, los verdes pretenden hacer valer su punto de vista, igualitarista, pluralista tolerante y mundicéntrico recurriendo al poder (rojo), lo que les hace muy poco creíbles. Es una estrategia que ya hemos visto en otros movimientos “liberadores” o “vanguardistas” a lo largo de la historia. Conquistemos el poder e impongamos nuestras ideas que son las únicas que pueden salvar el mundo. Esta actitud representa muy bien la contradicción inconsciente del postmodernismo mal metabolizado que dice: “Todas las verdades son relativas menos esta”. Algo así como, todos los puntos de vista son igualmente respetables, no hay un punto de vista mejor que otro, por lo que no queda más remedio que ser fuerte y poderoso para que mi punto de vista destaque sobre los demás. En definitiva, sólo queda la guerra como única manera de dirimir las diferencias y establecer un orden.

NARCISISMO

La cuestión que me parece más relevante del texto es que la inmadurez emocional, en forma de narcisismo, es la causa de ese enorme bloqueo que impide que la generación que ha dado el paso hacia la comunidad mundicéntrica y el respeto universal encuentre la salida hacia la conciencia de segundo grado y, en consecuencia, hacia la paz mundial.

La asignatura pendiente parece ser por tanto la salud emocional. Mientras la humanidad se sigue gastando ingentes cantidades de dinero en ofrecer una educación tecnológica que se supone va a hacernos mucho más felices, la felicidad, que es un “telos” emocional, sigue sin ocupar ningún espacio entre los programas educativos y las reivindicaciones político-sociales. En todo caso, la felicidad se relaciona con lo único que alcanza a ver el “mundo chato”: la riqueza en vez de la sabiduría, la fama en vez de la dignidad, el éxito en vez del respeto a uno mismo, la imagen en vez de la autenticidad, la juventud en vez de la madurez, la limosna en vez de la compasión, la descarga sexual en vez de la relación afectiva, etc, etc, etc. Todo ello apunta a un tipo de sociedad narcisista con muchas dificultades para reconocer al prójimo, más interesada en el nivel de vida que en la calidad de vida y poco dispuesta a limitar su nivel de confort material aunque ello ponga en peligro el equilibrio de la Biosfera. Estas características reflejan la mentalidad de las sociedades económicamente desarrolladas que, en principio, son la vanguardia de la humanidad. Los habitantes de este tipo de sociedades deberíamos de saber que la satisfacción de las necesidades primarias: techo, vestido, alimentos, salud fisiológica, cultura, es condición “sine qua non” para el desarrollo del respeto humano y la armonía emocional. O sea, que el narcisismo es función tanto de factores de la personalidad humana como de fuerzas culturales.

El narcisismo, más allá de su definición de diccionario, es psicoanalíticamente hablando, una etapa del desarrollo libidinal, de la constitución del yo y de la dinámica de relaciones de este con los objetos. Aunque el término ha hecho un importante recorrido por la literatura psicoanalítica que ha influenciado notablemente su recepción por la psicología, no es un concepto unívoco sino que abarca un campo semántico que se extiende desde la normalidad hasta la patología. Hablamos de narcisismo para referirnos a (1) un yo de límites borrosos, para (2) señalar las vicisitudes del sentimiento de autoestima, para (3) nombrar la defensa que impide el contacto con el Otro, la percepción de la alteridad, y para (4) indicar lo que ocurre cuando un exceso de sufrimiento acaba aboliendo una función psíquica, como cuando castigamos o despreciamos a un niño siempre que pregunta hasta aniquilar su apetito de saber, su curiosidad. El conflicto básico de la personalidad narcisista, al igual que el de la cultura narcisista, es la acción sin sentimiento.
El modelo cultural y sus “encarnaciones” individuales dan como resultado personalidades con bastante éxito en el trabajo que se quejan de carencia de respuesta afectiva. Esta descripción permite visualizar una brecha entre el desempeño de esas personalidades en el ámbito exterior y sus sentimientos internos. Esa escisión entre lo de dentro y lo de fuera es algo más que inhibición neurótica. Si llamamos locura a la falta de contacto con la realidad, la personalidad narcisista tiene bastante de locura puesto que está desconectada del cuerpo y las emociones que son su realidad vital y vive, al mismo tiempo, en un alto grado de ensimismamiento o solipsismo.

El sufrimiento de los narcisistas no está determinado, como en las antiguas neurosis, por la culpa, la ansiedad, la fobia o la obsesión. Las personas se quejan de depresión, de vacío interno, de frustración y falta de realización.
Las personalidades narcisistas viven una ambición intensa y fantasías grandiosas al mismo tiempo que profundos sentimientos de inadecuación y dependencia de la admiración y el aplauso externos. Otto Kernberg destaca, además, la incertidumbre e insatisfacción crónicas respecto de sí mismos y la explotación y crueldad, consciente o inconsciente, con los demás. Este autor afirma que los narcisistas no pueden distinguir entre la imagen de lo que creen ser y la imagen de lo que realmente son. En vez de la imagen real de sí mismos que les resulta intolerablemente mediocre, se identifican con una imagen resultado de la fusión del yo ideal, el objeto ideal y las imágenes reales, lo que limita su percepción de sí mismos a una imagen idealizada.

Tan importante en este caso es que sea imagen como que sea idealizada. Es decir, el ente corpóreo se proyecta en la mente como una imagen que se adorna con todo lo que le gustaría ser y tener. El cuerpo y las emociones sólo son escuchadas si refuerzan esa imagen mientras que son rechazadas si la ponen en cuestión. Se vive el cuerpo y las emociones como instrumentos al servicio de la imagen grandiosa de sí mismos. Dado que el yo es algo más que una imagen, es un cuerpo físico animado por sentimientos y capacidades cognitivas, el conflicto básico de la personalidad narcisista es la discrepancia entre la imagen idealizada (ego) y el yo (unidad organísmica animada). Esa discrepancia es mínima en el caso del fálico-narcisista, más próximo de la normalidad neurótica, y va aumentando en el carácter narcisista, la personalidad limítrofe, la psicopática y la paranoide. En definitiva, el narcisismo adopta la forma de una gama con diferentes grados de pérdida o reducción del yo.

Como es sabido, a partir de mediados del siglo XX un grupo cada vez más amplio de psicoanalistas, especialmente anglosajones, comenzó a elaborar reformulaciones de la teoría freudiana que ponían en cuestión la teoría de los instintos, base del psicoanálisis ortodoxo. Entre ellos, Heinz Kohut, propuso una teoría del narcisismo en la que afirmaba que las cuestiones fundamentales del desarrollo y la patología no dependen tanto de los conflictos entre deseos instintivos (ello versus superyó) sino del desarrollo de un sí-mismo integrado y coherente que proporciona un claro sentido de identidad, con capacidad de expresar sus talentos y aspiraciones mediante intereses, valores y metas, y con capacidad de relación. Para Kohut, el desarrollo no es una cuestión de dejar atrás el narcisismo sino de llevarlo a formas más maduras.

El narcisismo se ha ido convirtiendo así en un factor del desarrollo de la conciencia individual cuasi independiente. Podríamos decir que la capacidad de amar del individuo va evolucionando del amor de sí mismo al amor de los objetos. El desarrollo de un ser humano en relación requeriría de un sentimiento de autocomprensión, más o menos necesitado del refuerzo externo, y de una tendencia hacia los objetos que exigiría para su realización de capacidad de confianza e intimidad. En este sentido puede ser de gran utilidad la aportación de la teórica feminista Carol Gilligan para quien el proceso de desarrollo individual y colectivo supone una expansión de la conciencia que implica la correlativa disminución del narcisismo. Gilligan propone que el desarrollo moral femenino pasa por tres etapas: egoísta, respeto a los míos y respeto universal, que en términos de Wilber serían: egocéntrico, etnocéntrico y mundicéntrico. Pues bien, el problema de Boomeritis es que pretende convencer al resto de su punto de vista verde-mundicéntrico, usando una estrategia roja-etnocéntrica.

Resulta irónico que un punto de vista tan sofisticado como el verde acabe recurriendo a impulsos tan poco profundos como el rojo. Fueron las mismas cualidades que lo elevaron por encima del “mal meme naranja” (la gran patología del planeta desde hace tres siglos), las que han acabado por convertir al mal meme verde en el principal problema evolutivo actual. Aunque verde tiene entre sus cruciales aportaciones su énfasis en los derechos individuales, la protección del medio ambiente y la conciencia política de la marginación en todas sus formas, su exageración ha tenido consecuencias nefastas que Wilber analiza en la segunda parte del libro y que centra en torno a cuatro grandes cuestiones: la ecología, el feminismo, la espiritualidad y el postmodernismo.

POSTMODERNISMO

El Postmodernismo aportó verdades importantes para el desarrollo de la espiral: 1.- El Construccionismo, para el que nuestra percepción del mundo es, en parte, construida. 2.- El Contextualismo, según el cual, el significado depende del contexto. 3.- El Pluralismo que pretende no privilegiar ni marginar ningún contexto ni interpretación . Estas nobles verdades han sido desvirtuadas por el extremismo postmoderno que las ha convertido en: 1.- Todas las verdades son construidas y yo me construyo la mía. 2.- No hay verdades más universales que otras, por tanto la mía tiene el mismo valor que cualquier otra. 3.- No privilegiar ni marginar se convierte en una defensa a ultranza de la diferencia. Esta mala comprensión provoca un relativismo extremo que conduce al nihilismo, la falta de jerarquía conceptual y la desorientación intelectual.

El fenómeno es parcialmente inconsciente y consecuencia de un tipo de razonamiento unidimensionalmente crítico cuya intención es sentirse especial, diferente (narcisismo). Esta cita de la revista “The Sciences” citada por Wilber en el Diario expone acertadamente este desatino del pensamiento: “Uno parte de la convicción de que pertenecer a un grupo le proporciona una experiencia que le une a los demás miembros del mismo (aun cuando no los conozca) a la vez que le aleja de las personas que no pertenecen a él (por más amigos íntimos o parientes que sean)
Luego asume que sus esfuerzos, humillaciones y triunfos personales constituyen una versión de las luchas sociales en las que ese grupo se halla inmerso (de modo que lo personal se convierte en lo político)

En tercer lugar, comienza a afirmar que los intereses de su grupo están siendo soslayados o masacrados, de modo que hay que pasar a la acción transformando, por ejemplo, la forma en que el grupo es percibido por quienes están fuera de él”.
(David Berreby, The Sciences)

Este proceso constituye lo que podríamos denominar pluralismo alienado que es la creencia de que la aceptación de mi grupo depende de la acusación y culpabilización sumaria del grupo cuya aceptación busco.

El verdadero pluralismo es universal. Hay que empezar a construir por los factores y estructuras profundas que unen a los seres humanos –todos sufrimos y gozamos, todos reímos y lloramos, todos experimentamos placer y dolor, asombro y remordimiento; todos tenemos la capacidad de articular imágenes, símbolos, conceptos y reglas; todos tenemos doscientos ocho huesos, dos riñones y un corazón (con sus salvedades correspondientes). Sobre este sustrato se agregan todas las preciosas variantes culturalmente construidas y otras estructuras superficiales que configuran los grupos y los individuos, todos diferentes, todos especiales y todos únicos. Pero si se empieza con las diferencias y el pluralismo, y no se tiene en cuenta lo más universal, se acaba inmerso en un pluralismo alienado que puede devenir “revival” etnocéntrico, feminismo antimasculinista o ecologismo retroromántico.

Cualquiera de estas formas de la alienación supone situarse en una postura “mesiánica” y acusar a algún Otro de opresor. La novela de Wilber recoge numerosos ejemplos, a cual más jugoso, de lo que denomina “la excusa del abuso”, “la cultura de la queja” o “el chip de víctima”. Como hemos visto anteriormente, uno de los rasgos característicos del narcisismo consiste en atribuir a los demás la culpa de los problemas y preocupaciones propios, por lo que ese narcisismo incrustado se hace visible en los nacionalismos, el feminismo y algunos movimientos ecologistas. Es curioso cómo las mejores intenciones se convierten, cuando se mezclan con los dramas personales, en actitudes sectarias que dividen la sociedad de forma maniquea en buenos y malos, opresores y oprimidos, justos y pecadores.

Como ya hemos dicho, el meme verde trajo consigo grandes avances hacia el respeto universal como el énfasis en los derechos individuales, la protección del medio ambiente y la conciencia política de la marginación en todas sus formas. Muchos de esos vanguardistas verdes dedicaron su vida a trabajar sobre dichas injusticias pero su “causa” se tornó tan unidireccional que muchos de aquellos movimientos nacionalistas (indigenistas), feministas, o ecologistas adoptaron expresiones marcadamente fundamentalistas que arrastraron tras de sí a muchos púrpuras y rojos adultos además de a muchos jóvenes rojos que debido a su estadio evolutivo sintonizan con ese tipo de reivindicaciones aparentemente heroicas. En estos casos, el narcisismo se asienta en el sentido de pertenencia a un grupo “especial” que ha sido injustamente tratado. Identificarse con el grupo “especial” apoyándose en el hecho diferencial y consagrar la vida a “resistir” como diferentes, tal es la “causa” de los jóvenes rojos arengados por justificaciones y racionalizaciones verdes desorientadas. En tales casos, la diferencia ha pasado a tener más sentido que la identidad. El objeto adopta una función narcisista y se convierte así en algo que separa, enfrenta, se es diferente “contra otro”. Las personalidades narcisistas desprecian profundamente a los que no son como ellas. Ya sea que no tienen sus características físicas, sus orígenes, sus apellidos, su lengua o su cultura, los otros son seres inferiores o equivocados y sólo son dignos de respeto si se adhieren al grupo. En esos casos, la diferencia lleva a la máxima etnocentrista: “yo con los míos tengan o no razón”. Esa actitud etnocéntrica no permite el abrazo mundicéntrico. La identidad basada en la diferencia no deja ver lo idéntico. Uno de los más lúcidos psicólogos contemporáneos, Jerome Bruner, ha señalado que para no perdernos en lo relativo, construido, diverso o diferente, debemos aplicar la unitas multiplex, es decir, tener en cuenta tanto los rasgos locales o superficiales de la existencia humana como sus características universales profundas. El pluralismo alienado sólo puede ver multiplex.

CONSTRUCCIONISMO

El construccionismo vino a desvelar que la noción de “verdad” es, en muchos sentidos, construida de forma más o menos arbitraria, cambiante, culturalmente relativa e históricamente determinada. Esta interesante “verdad”, cuando pretende su aplicabilidad general y sin límites cae en flagrante contradicción consigo misma. Jürgen Habermas o Karl Otto-Apel ya habían advertido de la contradicción performativa en que incurre el relativismo extremo, y lo mismo hicieron, entre otros, Searle (al demostrar que, para que una realidad socialmente construida funcione, debe descansar en verdades objetivas), Peter Berger (que relativizó la visión relativista, derrotándoles así con sus propias armas) y Charles Taylor (demostrando que la pretensión antijerárquica de los relativistas no deja de basarse en una jerarquía). Pongamos como ejemplo el feminismo boomeritis el cual considera que toda realidad es una construcción social y, por tanto, que la diferenciación sexual no es real sino el resultado de una serie de convenciones arbitarias impuestas por el poder masculino (patriarcado) con el propósito de oprimir a las mujeres. Un análisis asentado en la dinámica evolutiva debería empezar por asumir que el sexo es una función fisiológica que, en cierta medida, va más allá de la supervivencia individual puesto que su objetivo es la supervivencia colectiva (familia, clan, tribu, especie). Dicha función la compartimos con muchos seres y nos une especialmente con los mamíferos. La autoconciencia, como característica exclusivamente humana, no evita o anula la determinación biológica sino que esta va adoptando formas diferentes a lo largo del despliegue de la espiral. La vida es la que nos construye y la ideología (feminismo) es un mero intento de modificar algunas de las condiciones de la vida. Cuando la ideología, que es un proyecto mental, se introyecta, la vida se reduce al ideal, es decir, las necesidades corporales y emocionales se supeditan al ideal de relación.

Cuando la práctica sexual se carga de Eros (esa energía sentida pero poco medible), el macho y la hembra se convierten en amantes. La sexualidad, como práctica de la función biológica ligada al erotismo conserva el gesto animal. Está el que empuja y el que se abre, el impulso y la receptividad, el principio activador y la pasividad o espera confiada, la autonomía y el respeto. El principio activador se mueve hacia el cambio, hacia otro estado, el principio receptor permite que las cosas sucedan y que el proceso fructifique. Así es como macho y hembra se convierten en masculino y femenino. Con ese salto de la biosfera a la noosfera el imperativo biológico se convierte en juego amoroso. Y, el juego, permite intercambiar los papeles. Tanto los hombres como las mujeres representan ambos principios en diferentes grados, proporción, organización, etc. Los movimientos son complementarios. El salto de la biosfera a la noosfera implica también renunciar al esencialismo según el cual para hablar de lo femenino hay que ser mujer sometida, para hablar de los pueblos oprimidos hay que ser indígena oprimido o para hablar de la homosexualidad hay que ser homosexual marginado. La identificación esencialista con el rol de víctima es especialmente insidiosa porque recuperar la autoestima supondría perder el estatus, los derechos y la pretensión de recibir un trato de favor.

Ya hemos visto cómo la resistencia puede ocupar la plaza del impulso activador provocando un bloqueo del flujo relacional que responde a un ideal narcisista, seguir sintiéndose especial negando la alteridad. La resistencia produce el estancamiento de la onda y el placer del que resiste queda muy mermado. A ello hay que añadir la perplejidad del que se abre, ante una actitud que no impulsa sino que simplemente resiste.

Frente al abrirse está el cerrarse que puede ser parte del juego, como en el cortejo, pero que puede convertirse también en una forma de resistencia activa. En este sentido, la ambivalencia sería la forma de resistir de lo femenino. La actitud de cierre constituye otra forma de negación de la alteridad. El narcisista no alcanza a diferenciar entre el objeto anhelado y el objeto encontrado porque no hay un reconocimiento del otro como otro. Aceptar la alteridad, ese otro del cual puedo depender o puedo necesitar, es un proceso de duelo de la omnipotencia y autosuficiencia narcisista. Puedo sentir que entregarme a otro me provoca una enorme cantidad de angustia y sufrimiento o, a la inversa, la distancia respecto al otro puede resultarme intolerable. Hay personas con poco compromiso afectivo que cuando traspasan cierto umbral se desorganizan. Si consideramos al yo como un proceso de autoorganización permanente, un sistema abierto, podemos decir que cuanta más patología, más cerrado el sistema. El solipsismo es otra de las marcas del narcisismo.

No cabe duda de que uno de los principales problema que afecta a las sociedades desarrolladas es la violencia sexual, es decir, la pedofilia, lo que se ha dado en llamar “violencia de género” y otras variedades de la imposición de un ser humano sobre otro por razones sexuales. El libro que estamos comentando recoge una variada gama de casos y datos que vienen a confirmar que hay tanto mujeres como hombres oprimidos por razones sexuales. Por citar un solo caso mencionaré la investigación realizada por el FBI basándose en la prueba de ADN que vino a demostrar que una de cada tres acusaciones de violación es falsa lo que significa que hay muchos miles de hombres pudriéndose en las cárceles por delitos que no cometieron. La solución no consiste en sumar abusos de uno y otro lado o hacer una especie de campeonato de la vejación sino en reconocer que los valores etnocéntricos femeninos son tan destructivos como los valores etnocéntricos masculinos y que, desgraciadamente, hay muy pocas personas (tanto hombres como mujeres) que hayan alcanzado los niveles mundicéntricos de la conciencia. La verdadera dialéctica no es la que tiene lugar entre hombres y mujeres sino entre conciencia de primer grado y conciencia de segundo grado para lo que necesitamos valores mundicéntricos tanto masculinos (autonomía integral) como femeninos (respeto integral).

EL EMPUJE HACIA AMARILLO

Volviendo a la espiral, encontramos que los niveles impares son de impulso individualista y los pares de relación colectivista. Mientras que en los aspectos colectivos, verde ha hecho una gran aportación a la humanidad, parece que el mal meme verde ha condenado la impulsividad y la asertividad como si fueran restos a superar de azul y naranja. Como para el “yo sensible” verde cualquier manifestación de autoridad y jerarquía son formas de opresión, el mal meme verde sólo puede ver rojo cuando contempla el punto de salida amarillo. Cuando para salir del ensimismamiento igualitarista verde, amarillo presenta un tono polémico, el “yo sensible” verde, para el que las formas lo son todo (la forma es lo que determina si se es sensible o insensible) reacciona agresivamente.

Como hemos visto cuando hablábamos de “la cultura de la queja”, durante las tres últimas décadas boomeritis ha proclamado un aluvión de derechos egocéntricos y etnocéntricos disociándolos de sus correlativas responsabilidades, ha escindido autonomía y respeto. El principio femenino se pervierte cuando en la pareja uno de sus miembros otorga el principio activador al otro por miedo o pereza de asumir responsabilidades. Eso no es entrega sino rendición, abandono, sometimiento. Cuando el principio femenino funciona como parásito que no asume sus errores ni está dispuesto a aprender de ellos, el resultado es mayor miedo a la vida y al principio masculino. Miedo a la esclavitud que el propio principio femenino ha creado. Así es como lo femenino se asocia erróneamente al desamparo y la inferioridad. (El principio masculino se pervierte cuando en la pareja uno de sus miembros se desentiende del respeto y se rinde a un inconsciente masculino sumido en la hostilidad, la brutalidad y la cólera. Eso no es amor sino sadismo y crueldad. Por eso lo masculino se confunde con la fuerza bruta y la superioridad. Solo cuando se reconocen y se comprenden las emociones destructivas se toma conciencia de que son mecanismos defensivos innecesarios y reacciones automáticas inconscientes se puede conectar con el poder creativo activador masculino.) Lo que mantiene lejos de la conciencia integral a verde es el rechazo de cualquier jerarquía y autoridad de manera que le resulta imposible tolerar la excelencia, las jerarquías de valor, las visiones de conjunto y todo lo que huela a separación y autonomía, es decir, interpreta el amarillo como maligno y arrogante y, en consecuencia, reacciona con violencia.

El “diálogo”, por otra parte, es la respuesta de verde para solucionar todos los problemas, como si bastara con reunirnos y compartir de un modo respetuoso y sincero lo que nos ocurre para alcanzar la paz y la armonía. Sin embargo, sabemos que el diálogo no tiene nada que ver con los intereses púrpura, rojo, azul o naranja, por lo que se convierte en una forma “amable” de imponer valores verdes al resto de la espiral. Por todo ello, por mucho que la cultura verde insista en que todo el mundo asuma el pluralismo y el multiculturalismo, mientras siga negando azul y naranja, seguirá amputando una dimensión fundamental de la espiral e impedirá que el empuje verde transforme la conciencia de manera que la acción sea más eficaz y rápida, que requiera menos esfuerzo, que el miedo tienda a desaparecer y el organismo emane vitalidad, coherencia y armonía, practicando en el mundo una serena y compasiva sabiduría amarilla.


P.D. Por supuesto, el hecho de que una minoría verde (occidental y rica principalmente) arribe a las playas de la conciencia de segundo grado no es el problema fundamental de este mundo. Nuestra atención debe centrarse en el modo más adecuado de alimentar a los millones de seres humano que pasan hambre, alojar a millones de personas sin hogar y mejorar la salud de otros tantos enfermos. También debemos ser conscientes de que si no potenciamos el desarrollo interior por medio de prácticas integrales que atiendan a las necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales de los seres humanos, y les proporcionen herramientas y conocimiento para transformar su entorno, sólo estaremos salvando gente para que puedan acabar destruyéndose entre ellos.

Fuente: Conciencia sin fronteras

El libro Boomeritis de Ken Wilber está editado en español por Kairós

26/4/07

Alineamiento Kósmico. Un Principio de Unidad Global, por Yasuhiko Genku Kimura


El proceso evolutivo del universo está caracterizado por lo que se ha denominado sinergia: el principio según el cual las características del comportamiento de todo el sistema en evolución no se pueden predecir partiendo del conocimiento de sus partes componentes, observadas independientemente de la totalidad, ya sea individualmente o en combinaciones parciales. Muchos expertos están de acuerdo en que el mundo occidental está en una revolucionaria “fase de transición” sin precedentes en toda la historia y sólo comparable remotamente con la Revolución Industrial. Aseguran que el principal motivador de esta transformación radical es la poderosa confluencia de varias tecnologías avanzadas y que la velocidad a la que se desarrolla esta transformación es incomparablemente mayor que la de la Revolución Industrial. Sin embargo, de acuerdo con el principio de sinergia, a pesar del avanzado conocimiento actual y de una capacidad de pronóstico mucho mayor que la que se tenía en el pasado, ningún experto puede pronosticar cómo será el mundo como totalidad en el futuro. Por lo tanto, las personas en todo el mundo sienten que el mundo se está volviendo cada vez más incierto y cargado de peligros desconocidos e inescrutables.

Afortunadamente, sin embargo, los seres humanos no somos solamente simples observadores sino también participantes concientes y cocreadores intencionales de nuestro propio mundo. Lo que llamamos el mundo comprende una red sinérgica de conversaciones que continuamente se están formando, reformando y transformando. Esto significa que la sustancia del mundo es una idea, la cual se forma, reforma y transforma a sí misma por medio de las conversaciones de la humanidad, organizándose sinérgicamente a sí misma como una red multidimensional evolutiva. Visto de esta manera, nuestro ambiente más inmediato, fundamental y significativo no es la biosfera o la fisiosfera sino la “ideosfera”, la esfera metafísica invisible pero inteligible de las ideas y la ideación, que es la sustancia material de la red evolutiva de las conversaciones que constituyen el mundo. Dentro de esta ideosfera es donde nos involucramos en la creación de nuestro mundo.

De esta manera, el principal motor del mundo no es la tecnología en sí misma sino la idea. La tecnología sólo es un instrumento de la idea, el primer motor, pero no el primer motor en sí mismo. La idea, y la idea únicamente, es lo que mueve al mundo. Esto significa que podemos mover el mundo con nuestro pensamiento, a través de la generación y propagación de ideas. Sin embargo, el problema es que la mayoría de los seres humanos permanecen como consumidores de ideas y no como productores. El modo dominante de participación de la gente en la conversación de la humanidad es siendo consumidores de ideas propagadas dentro de la red de conversaciones. Por eso a menudo son presas fáciles de promotores y distribuidores profesionales de ideas, tales como instituciones educativas formales o medios de comunicación, cuyas ideas pueden ser nocivos contaminantes del ambiente ideosférico y por consiguiente de los individuos que respiran mentalmente en ese ambiente.

Aunque hoy en día estamos ante una proliferación de variados movimientos ecológicos, pocos somos conscientes del ambiente más decisivo de todos: la ideosfera. En realidad, el movimiento ecológico como tal es un movimiento ideológico cuyo combate se libra dentro de la ideosfera. Por lo tanto, sin una transformación ideosférica con respecto al ambiente biosférico, no se podrá efectuar una verdadera transformación ecológica en la biosfera. Lo que más necesitamos para una transformación sistémica de nuestro mundo es un movimiento ecológico de la ideosfera, que aborde directamente la ecología de las ideas y la ideación en sí misma. Y para que este movimiento tenga éxito, esto debe ocurrir principalmente dentro de cada individuo que decida participar en él.

Porque el pensamiento ocurre dentro del individuo. No es el colectivo sino el individual –como parte integrante del colectivo– él único que puede pensar y generar las ideas. El tipo de transformación ideosférica al que me refiero es un fenómeno sinérgico que surge cuando un suficiente número de individuos llegan a ser pensadores auténticos e independientes, esto es, generadores de ideas, productores de diálogos y contribuyentes a la red de conversaciones que componen el mundo.

La configuración de la ideosfera a lo largo de la historia ha permanecido concéntrica, con autoridades externas en el centro rodeadas por círculos de creyentes y seguidores, donde una autoridad realiza el pensar para sus seguidores. Incluso hoy, en el científico y tecnológicamente avanzado mundo occidental, nuestro sistema educativo está, en su mayor parte, diseñado para producir adultos bien informados, adeptos intelectuales, profesionales de valor en el mercado, pero que no piensen. Por eso el filósofo Martín Heidegger dijo: “El tema de reflexión más importante en estos tiempos de máxima reflexión es que aún no estamos reflexionando”. Porque el auténtico pensamiento exige autoría propia, la que a su vez exige un auténtico conocimiento propio y ante el cual nuestra educación permanece totalmente silenciosa

Como parte del impulso evolutivo que nos lleva a optimizar aquello que motiva nuestra transformación colectiva hasta una altura sin precedentes en la cultura y la civilización, la configuración ideosférica que requerimos para el siglo XXI es omnicéntrica, con centros independientes pero interconectados dentro de individuos soberanos intelectual y espiritualmente, que vivan y trabajen como su propias autoridades con respecto a la forma como piensan, conocen y actúan. Entonces, el pensar, saber y actuar de estos individuos auténticos se codesarrollará sinérgicamente mediante la configuración omnicéntrica de la ideosfera evolucionante. La Revolución de la Información que se está desarrollando con la omnipresencia de Internet es tanto la manifestación simultánea de esta configuración omnicéntrica de la ideosfera como su propio mecanismo.

De esta manera, la transformación de la ideosfera no significa la propagación de ningún conjunto particular de ideas, sino la transformación de la configuración de la ideosfera misma, pasando de la concentricidad hacia la omnicentricidad, donde cada individuo se empeñe en pensar auténtica e independientemente, en sinergia con los demás.

Los seres humanos nos encontramos mejor no cuando nos involucramos en la reflexión solitaria abstracta ni en nuestra transformación individual para nuestro propio bien sino cuando nos involucramos juntos en el acto de transformar el mundo. El acto de generación de ideas por medio del pensamiento auténtico y del compromiso sostenido en la conversación de la humanidad, si se realiza en el contexto de la búsqueda de verdad, belleza y bondad, conducirá a la poderosa acción moral que dará origen al Nuevo Mundo. Comprometerse en dicha acción moral y convertirse en cocreador del Nuevo Mundo es convertirse en un tejedor en el acto de tejer el mundo y en un constructor de historia en el acto de hacer historia.

No existe transformación individual completa separada de la transformación mundial verdadera. Porque el individuo es todo el mundo, porque el individuo es toda la humanidad. Así como nuestros pensamientos e ideas se entretejen en la tela del mundo, así se teje el mundo en la tela de nuestro ser. Saber que somos el mundo y que somos la humanidad es tener verdadera compasión. Vivir desde la compasión, desde este conocimiento de la identidad simétrica del individuo y del mundo, o del ser y la humanidad, es ser moral en el sentido más profundo de la palabra. La configuración omnicéntrica de la ideosfera permite al individuo experimentarse a sí mismo como el centro holográfico de todo el mundo, y exige que el individuo sea el agente responsable de la transformación de toda la humanidad.


Alineamiento más allá de los Acuerdos

Alineamiento es congruencia de intención, mientras que acuerdo es congruencia de creencias. El alineamiento es el nuevo principio organizacional de la configuración omnicéntrica de la ideosfera, mientras que el acuerdo es el antiguo principio organizacional de la configuración concéntrica. Dentro de la configuración omnicéntrica, la unión se logra como alineamiento de intención, a la vez que se fomenta la diversidad de visiones individuales. Dentro de la configuración concéntrica, la unidad se logra como un acuerdo en las creencias, a la vez que se pone freno a la diversidad de visiones individuales. El alineamiento exige lealtad a la autoridad propia del individuo. El acuerdo exige lealtad a la autoridad de las creencias originadas en una autoridad externa.

Los grupos basados en acuerdos entran en conflicto con otros grupos que no están de acuerdo con ellos. El desacuerdo frecuentemente se convierte en disputa sobre quién tiene la creencia “correcta”, y por lo general las disputas no se resuelven por medio de una argumentación lógica. En consecuencia, la ilógica de la fuerza penetra en el reino de lo correcto, muchas veces ocasionando violencia. Tristemente, todo esto es demasiado común en muchas partes del mundo y en muchos segmentos de la sociedad.

El alineamiento es una congruencia de resolución para el logro de un objetivo particular. Es un objetivo que está en el futuro, que es del futuro, cuyas variables desconocidas o impredecibles inevitablemente entran en las ecuaciones generadoras para su logro. Por lo tanto, inherente al alineamiento está el espíritu de búsqueda. El espíritu de búsqueda genera el diálogo abierto y evolutivo. Los participantes de una búsqueda aportan diversos puntos de vista mientras están unidos en la misma búsqueda. Cuando conjuntamente eligen un camino de acción, saben que su decisión es un acuerdo tentativo, susceptible de ser modificado, alterado o descartado en el camino. La pregunta no es “quién tiene la razón” sino “qué es lo mejor” para el cumplimiento de la intención compartida.

El alineamiento genera sinergia. Cuando los individuos están alineados en la búsqueda, su inteligencia colectiva a menudo genera resultados que están más allá de la inteligencia de cualquier individuo separado. Aunque la ubicación del pensamiento siempre permanece dentro del individuo, el impacto sinérgico del pensamiento de los otros lleva al individuo más allá del modo y límite normal de su pensamiento. Individuos con diferentes creencias pueden alinear su intención, convirtiendo sus diversos puntos de vista en un bien común. Ya no necesitamos ni nos podemos permitir las usuales políticas de opinión y dominación, de acuerdo versus desacuerdo, que están pervirtiendo la integridad de la unidad humana y poniendo en peligro el futuro de la raza humana. Lo que necesitamos, en cambio, es una nueva política de intención y alineamiento dentro de un universo abierto y omnicéntrico.

Cuando reflexionamos en el Kosmos y en nuestra interioridad, nos damos cuenta de la existencia de un Alineamiento Kósmico que une a cada ser en el universo. También nos damos cuenta de que humanidad es, en verdad, “humana-unidad” y que en nuestra intención común de paz, felicidad y prosperidad, ya estamos alineados kósmicamente. Si podemos despertar a la realidad de este Alineamiento Kósmico, entonces nos daremos cuenta de que con nuestro actual conocimiento y con nuestra inteligencia colectiva, la verdadera paz, felicidad y prosperidad global están a nuestro alcance.

El poder de transformación que poseemos es enorme. En lugar de temer a lo incierto, solamente necesitamos alinearnos concientemente con el Alineamiento Kósmico que existe eternamente en el Ser de nuestros seres.


Artículo publicado en la revista Kosmos (en inglés) y traducido por Sabiduría Arcana

23/4/07

Un mapa de Política Integral, por Nacho Gallego

Tengo pendiente dar una pequeña charla a unos amigos sobre globalización y política integral, y voy a aprovechar para escribir y hacer unos pequeños apuntes y gráficos sobre el tema.

Me apetece mucho explorar este tema de la política, un asunto en el que todos invertimos mucho tiempo y energía en discusiones, debates, acciones socio-políticas, etc. Y al ser un tema tan complejo, con tantos focos desde los que observarlo, yo necesito “subir a lo alto” y tomar una foto en perspectiva, para luego ir poco a poco metiéndole mano a esto de la política.

Para mí, hablar de política es tratar simultáneamente los aspectos políticos colectivos, y los aspectos individuales de cada persona. Y todo ello sin olvidar escarbar en los conocimientos cuantificables (externos) (estadísticas, datos económicos, etc.), y en las interpretaciones cualitativas (internas) (valores, motivaciones políticas, aspectos culturales, etc.) tanto de las personas, como de sus grupos. Además, dada la importancia del factor globalizador actual, creo fundamental comprender la evolución histórica de la política, para poder actuar en ella con eficacia. Todo lo dicho en este párrafo nos conduce a un estudio integral de la política, comprendiendo al menos sus niveles evolutivos desde los 4 cuadrantes de la realidad.

En base a esta idea, he elaborado mi propio “mapa político”. Pero antes de esto, te propongo un pequeño juego. Consiste en que reflexiones y contestes a las siguientes 4 preguntas - cada una referida a un cuadrante de la realidad - con la idea de que deduzcas por ti mismo la evolución en cada uno de ellos. Allá vamos:

1) ¿Qué sistemas políticos han existido a lo largo de la historia? ¿Puedes ordenarlos por orden de emergencia histórica?. Y si quieres puedes fijarte cuales de ellos siguen activos en la actualidad, y en que partes del mundo. (cuadrante exterior-colectivo).

2) ¿Qué roles o conductas socio-políticas han desarrollado las personas en cada una de estas formas de gobierno? Fíjate en su secuencia evolutiva. (cuadrante exterior-individual).

3) ¿Qué nivel o forma de pensamiento personal crees que acompañaba a cada rol personal y a cada sistema político? ¿Ves su relación? ¿Puedes intuir también aquí una secuencia evolutiva? (cuadrante interior-individual).

4) ¿Qué cultura o visión del mundo ha emergido en paralelo con cada sistema político? ¿Ves alguna relación de estas formas de cultura con los roles y la conciencia de cada ciudadano que participa de ella? ¿Hay alguna evolución cultural? (cuadrante interior-colectivo).

Bueno, si has respondido a estas preguntas, ya tienes tu mapa o modelo Nº1 de Política Integral. Enhorabuena. Y por supuesto no importa que la expreses en forma gráfica, oral, escrita, mental, etc. según tus preferencias. Más adelante puedes completarlo o verlo desde otros ángulos, ya que creo que los mapas también evolucionan ... junto con la realidad.

Ante todo, quiero recalcar que yo no soy para nada un experto en política, y que estos gráficos son simplemente mi forma de aprender, primero elaborando estos apuntes, y después aprendiendo del debate con vosotros (si este surge).

Bueno, aquí muestro mi ejemplo de mapa. Podéis verlo más grande en este enlace a flickr.



Lo explico un poco. Los sistemas de gobierno han evolucionado históricamente pasando por varios niveles; Clanes familiares, tribus, feudos, monarquías autoritarias, democracias multipartidistas, y democracias sociales. Y parece que la evolución sigue hacia nuevas formas de gobierno.

Cada forma de gobierno esta relacionada con un comportamiento o rol de los dirigentes políticos; patriarcas y matriarcas, jefes tribales, señores feudales, reyes y nobles, y gobernantes demócratas. Actualmente en los países más desarrollados, los ciudadanos van asumiendo mayor protagonismo en su autogobierno. Además, pienso que cada rol político ha surgido en el momento histórico en que había personas con un nivel de pensamiento y creencias que los capacitaba para ello. Y parece que todo ello fue emergiendo paralelamente a la evolución de las sucesivas culturas humanas.

Mirando el gráfico me surgen muchas preguntas que espero debatir con los interesados. ¿Dónde encajan los distintos modelos e ideologías políticas en este gráfico? ¿Qué sistema político encaja mejor en cada país? ¿Qué formas de gobierno vienen después, al menos en los países occidentales? ¿Qué podemos pedir a una política integral? ¿Qué podemos hacer cada persona para mejorar el panorama político en el mundo?

Bueno, seguiré usando este blog como herramienta para plantear algunas ideas muy básicas que he sacado leyendo y pensando sobre el tema de la política integral. Antes os presenté un diagrama personal que me ayuda a comprender la evolución de la política en cuatro cuadrantes de la realidad. Ahora deseo expresar alguna utilidad que me ha dado este diagrama para interpretar la realidad. Aquí va un pequeño cajón desastre de ideas de partida, que tal vez con vuestra ayuda podamos desarrollar en el futuro.

Pienso que cada ideología política da respuestas a los retos de una sociedad determinada, con personas en unos niveles de conciencia determinados. Por tanto, es normal que haya tantas creencias e ideologías políticas como personas habitan este planeta. Y por tanto, más que competir entre ellas por ser la mejor ideología del “mercado político”, tal vez seria mejor que comprendiéramos el “lugar” y el “papel” que desempeña cada una de ellas en el mundo. ¿Cual es este lugar y este papel? Bueno, esto es una pregunta muy difícil de responder, necesitaría preguntaros a cada una de las persona con las que comparto el mundo. Pero al menos para plantear una aproximación, podemos usar un ejemplo muy básico, que lo tenemos en este diagrama (podéis verlo semi traducido en flickr) que he obtenido en The Integral Politics Website (en ingles).

Por ejemplo, parece que las personas que se identifican con ideologías de izquierda, están más preparadas para ver y actuar sobre los problemas de desequilibrios sociales, los de temas ambientales, los de convivencia, etc. Es decir, sobre los problemas objetivos externos de las sociedades modernas y postmodernas. Mientras que las personas que se identifican con ideologías de derechas, están más preparadas para ver y actuar sobre los problemas morales, de responsabilidad personal, de valores comunitarios, etc. Es decir, sobre los problemas internos de las culturas y las personas de unas sociedades convencionales y modernistas. Aunque también es cierto, que en algunos países las visiones de derecha asumen cada vez más un protagonismo en temas económicos. No es fácil generalizar ¿verdad? ¿Tú como ves esto?

¿Y dónde encajan el marxismo, el anarquismo, la postura de los verdes, los fundamentalismos políticos, etc.? No es fácil deducirlo, pues el mapa no es el territorio, aunque al menos el diagrama anterior da algunas pistas. ¿Son todas las posturas políticas respetables? ¿algunas son dañinas? ¿son unas mejores que otras? Muchas preguntas difíciles de contestar, además, veo que continuamente caigo en la despersonalización, es decir en crear una vida propia a las ideologías, y con ello desligarlas de las personas, donde siento que realmente habitan en forma de creencias internas. Voy con mucha precaución.

Partiendo de la idea de que somos las personas las que influimos sobre los problemas, y que como personas actuamos en función de nuestras creencias políticas, pienso que ninguna de nuestras ideologías puede por si sola solucionar los problemas que nos aquejan. Tal vez seria bueno usar equilibradamente varias posturas distintas, y lo que es lo mismo, escuchar a muchas personas con visiones distintas ¿Cómo hacerlo? ¿Qué retos nos plantea esto? ¿Es adecuado escuchar por igual todas las posturas? ...

¿Qué problemas hay actualmente en la política? Sobre esto se habla mucho, y hay millones de opiniones. Seguramente todas dan algunas buenas ideas sobre este fenómeno tan complejo. Para mi, uno de los problemas es que seguimos usando modelos e ideologías políticas parciales, despersonalizadas y enfrentadas entre sí. La derecha contra la izquierda, por ejemplo. Además la complejidad del mundo aumenta más rápidamente que la evolución de los modelos políticos que podrían ayudarnos a navegar por esta complejidad.

¿Es posible una política más amplia y resolutiva? Yo pienso que si, y por eso estoy escribiendo este post. ¿Cómo podría ser esta? Es una pregunta difícil, y lo que mas deseo es que la planteemos entre todos los que tengamos algo profundo que aportar. Para mi es importante que esta política equilibre los valores internos y los valores externos, y que este preparada para servir de soporte tanto a cada persona como a cada grupo humano.

Pero vayamos despacio, con mucha paciencia, pues pienso que esta política integral más amplia surgirá cuando estemos preparados para ello, tanto personal como colectivamente, y que la podremos aplicar en muy pocos lugares del mundo, en aquellos donde estas formas de política surjan de forma natural como creencia ideológica de un gran numero de sus habitantes.

Esta es otra ... ¿Qué opináis de imponer una forma de gobierno en otro país? Esperad, rehago la pregunta con un ejemplo concreto, ¿es adecuado tratar de crear una democracia en Afganistán? ¿Están preparados sus ciudadanos para este modelo de política? ¿ellos mismos creen en la democracia?

Y ahora, pensando en mi España, ¿pueden reconciliarse la derecha y la izquierda? Es decir, ¿podremos en algún momento los ciudadanos y los políticos aprovechar lo bueno de cada una de las ideologías políticas actuales? Hay algo que me inquieta, y es la sensación que tengo de que las personas de posturas de derecha están limitando con su visión el progreso social y la resolución de los grandes problemas ambientales y de convivencia mundial. Mientras que las personas que piensan en función de la izquierda están bloqueando todo lo que suene a transformación interna de las personas, por no creer en la importancia de estos valores internos en los aspectos socio-políticos. ¿Qué sentís sobre esto? ¿Me he explicado bien?

Espero haber aclarado un poco este tema, y sobre todo haber generado muchas más preguntas. Yo lo reconozco, cuanto más escarbo en estos temas más preguntas me surgen. Dejo por una temporada aparcada este tema de la política integral, esperando que muchas de mis preguntas germinen en nuevas comprensiones del tema. También agradeceré eternamente toda ayuda vuestra en mi deseo de comprender con más profundidad este tema.

Fuente: Blog de Nacho Gallego Aquí y Ahora

14/4/07

El Surgimiento de la Civilización Mundial, por Nancy Roof


“Un espíritu viviente crece y hasta supera sus anteriores formas de expresión. Este espíritu viviente se renueva eternamente y persigue su meta de múltiples e inconcebibles maneras, a través de la historia de la humanidad. Los nombres y las formas que los hombres le han asignado significan muy poco; ellas son la hojas y flores que mudan en el tallo de la eternidad”. Carl Jung

¿Qué Clase de Civilización Planetaria?

Todo comenzó con la explosión de una supernova hace billones de años en el vasto espacio del Cosmos. Un planeta girante, lleno de riquezas abundantes, se encumbró a través del espacio, llevando consigo las simientes de los fulgurantes zafiros azules y los brillantes y rojos rubíes, las delicadas semillas de las orquídeas blancas, la fragancia de las rosas rosadas, el coraje de la pantera y la tibieza de la sonrisa humana. La ciencia revela un Cosmos altamente ordenado, pleno de energía e información, siendo la interdependencia y conexión la clave de sus rasgos. Nuestras tradiciones revelan una vasta fuerza creativa de amor, inteligencia y poder que guía el universo en evolución y conecta todas las cosas. Ahora sabemos que estamos intrincadamente conectados con todos y con la misma vida y la salud de la tierra.

A medida que se desarrolla nuestra comprensión, también se expande nuestro sentido de la proporción. Desde las comunidades locales, a las naciones, al planeta y hasta el cosmos. Los avances en la investigación de la conciencia y las prácticas espirituales amplían nuestro interior hasta abrazar toda la vida. Sin embargo, los esperanzados sueños del grupo parecen estar más distantes porque sufrimos una falta de alineamiento global, cada vez más intensificado. Esperábamos que, cuando la ‘Guerra Fría’ terminara, viviríamos en un mundo apacible. En lugar de esto, estamos descubriendo un mundo de valores en contraposición; un mundo dividido política, social y culturalmente entre la elite y los empobrecidos; esto ocurre en un momento en que la magnitud de los problemas globales requiere de la colaboración y las alianzas. Enfrentamos la complejidad de las perspectivas múltiples de las diversas culturas, en un mundo recién globalizado.

¿Cómo abrazar las actitudes egocéntricas y etnocéntricas dentro de una conciencia mundo-céntrica que esté alineada con la naturaleza y el cosmos?

La moderna visión occidental del mundo, de materialismo científico y racionalidad, al tiempo que ofrece incontables beneficios, también nos deja carentes de sentimiento, alienados los unos de los otros, existiendo en un mundo sin significado ni propósito. Nos deja esperando regresar a la intuición moral básica de lo bueno, lo verdadero y lo bello en un abrazo holístico.

La visión, del mundo, post-moderna, igualitarista y de consenso, sosiega frecuentemente en lugar de afrontar la amenaza de la creciente violencia y visiones de un mundo en oposición.

La necesidad de equilibrar las anteriores limitaciones de visión del mundo, tratar la magnitud de los cambios en las condiciones de vida y encontrar una salida a través de este periodo de transición en la historia humana, nos está conduciendo al surgimiento de una visión del mundo post-moderna con una visión transformadora. Ha llegado el momento de ver que las soluciones parciales del pasado encajen dentro de la totalidad evolucionante que está surgiendo. Somos llamados a las totalidades. A eso lo definimos como ‘Integral’.

El frente político no luce promisorio. Un creciente número de naciones, fallidas como estados pre-modernos, como los del África Subsahariana, están regresando al tribalismo y a la criminalidad. Sociedades modernas como Estados Unidos, China, Rusia y la India todavía creen poder resolver los conflictos por medios militares. Las sociedades post-modernas, de Europa occidental, están funcionando desde el principio de la interdependencia, mientras que los inmigrantes, con diferentes valores, amenazan sus sociedades amantes de la paz. Mikhail Gorbachev nos ha advertido de que debemos entender, claramente, la fase histórica de desarrollo y la mentalidad de cada nación. Ninguna nación puede imponer un sistema de valores sobre otra sociedad que se encuentra en una etapa de desarrollo diferente y que, por esa razón, presenta diferentes necesidades.

Los miembros del Instituto de Ciencia Integral describen ‘Integral’ de esta manera: “La consideración de la naturaleza ecológica de toda la vida, significa la necesidad de salvaguardar, viviendo de tal manera que sostenga la familia, la comunidad, la civilización y el medio ambiente. Socialmente, la era integral, procede hacia una cultura de redes de contacto que vinculan una nueva civilización global. Económicamente, incluye Internet y la era de información y, con ella, un tremendo salto en la inteligencia colectiva planetaria”.

¿Por qué un Acercamiento Integral?

“En unos momentos, tan desprotegidos e inciertos, clamamos por un orden y una coherencia que lleve, las formas que se están combinando en nuestro crecimiento, a un ritmo con el orden oculto en la creación.” John O’Donohue

Los bien reconocidos filósofos integrales Ken Wilber, Ervin Lazlo y, más recientemente, Yasuhiko Kimura, aunque con diferentes acercamientos, todos coinciden en que integral significa totalidad. Ellos concuerdan en que las perspectivas parciales ya no son suficientes. Todos han abogado por sistemas integrales de pensamiento y como requisito para tratar con los complejos retos que, ahora, alcanzan una escala global.

Para la revista ‘Kosmos’, un acercamiento integral a la nueva civilización incluye la necesidad de alguna forma de práctica que desarrolle la percepción interna y el dominio de la mente y las emociones. Importa cómo vivimos nuestra vida. Podemos hacer una diferencia positiva. Nuestro comportamiento es impulsado, inconscientemente, por las diversas culturas y sociedades en las cuales estamos imbuidos, creando posibles choques en nuestra visión del mundo. De esto se deriva que necesitemos estructuras políticas, económicas y sociales que fortalezcan nuestro desarrollo, más allá de las perspectivas étnicas y que permitan el florecimiento de los valores mundiales.

Partiendo de la investigación, en los diversos campos de estudio, esta claro que es un error pensar que se puede imponer nuestra propia perspectiva sobre otra cultura o individuo y, sin embargo, es un error que frecuentemente cometen muchos individuos y países. La imposición de valores a través de las culturas ha creado problemas enormes en la actual crisis global, no solo a través de la acción gubernamental y los programas de desarrollo, sino también a través de las perspectivas religiosas que asumen la universalidad de la visión del mundo particular.

La perspectiva integral ofrece una alternativa, el encuentro con las personas en el punto donde estas se hallen, permitiendo el desarrollo natural y orgánico. Las personas están en diferentes etapas de desarrollo. Para algunos el mundo gira a “mi” alrededor, para otros alrededor “nuestro” y para otros alrededor de “todos nosotros”. Y unos pocos se identifican con ‘Kosmos’: “toda la vida”. Necesitamos líderes con visión global, que puedan diseñar ambientes facilitadores que fomenten un proceso natural de cambio.

El acercamiento integral se ha demostrado exitoso. Algunos gobiernos lo están examinando más de cerca. Bill Clinton se refirió al trabajo de Ken Wilber en el Foro Económico Mundial de Davos. El PNUD, actualmente, está utilizando el trabajo de Wilber en una variedad de programas. El pensamiento integral se ha convertido en la base de los nuevos negocios y del entrenamiento en liderazgo. Don Beck ha estado aplicando la ‘Espiral Dinámica Integral’ en asuntos globales. Ken Wilber abrirá la Universidad Integral este año y Ervin Laszlo y sus asociados están planeando una Universidad Mundial de Sabiduría gratuita y por Internet, en un futuro cercano.

Kosmos promueve la reflexión interna y el compromiso externo, así como las diferentes perspectivas que deriven de una comprensión del desarrollo y la evolución orgánica. Creemos que un entendimiento de cómo funciona el mundo y de las realidades políticas y globales presentes, es esencial para la transformación global. Animamos el encuentro con el ‘Yo Esencial’ o lugar de sabiduría en nuestro interior como una guía para vivir nuestra vida. La pregunta más importante en estos tiempos puede ser: ¿Cómo nos preparamos para alinearnos con el Cosmos y para construir las formas que expresen la próxima etapa de surgimiento global?

Cada transición mayor, en la evolución cultural, desde la era agraria hasta la industrial e informática, o de la perspectiva egocéntrica, a la socio-céntrica y mundo-céntrica, nos despierta y sensibiliza para un mayor cuidado y preocupación. Tú y yo seremos co-creadores de la civilización planetaria emergente. Encontraremos la forma de acceder a habilidades y capacidades latentes que ni sospechábamos que teníamos. Responderemos al llamado de los tiempos porque nos importa.

Si nos enfocamos más allá del caos de la avalancha de la crisis global, encontramos que la humanidad ha realizado un gran progreso. Por ejemplo, en la mayoría de los lugares ya no se acepta la esclavitud; la preocupación ambiental y el activismo civil va en aumento; los derechos de las mujeres y los niños han avanzado a grandes saltos; las protestas en contra de la guerra, por primera vez, son de alcance internacional y están diseñadas para prevenir la guerra en lugar de parar una que ya está en proceso y los matrimonios interculturales son comunes. Actualmente los niños están naciendo con una conciencia global. Muchos han pasado muchas horas practicando disciplinas para superar los hábitos mentales destructivos aprendidos y el correcto manejo de las emociones y el conflicto. Una trayectoria moral está siendo claramente forjada. Este es un alineamiento con la necesidad innata que tiene la humanidad de crear una nueva civilización basada en la ‘Unidad Interna con la Diversidad Exterior’.

Actualmente, las naciones se debaten, no sin cierta tensión, entre la autonomía de su propia soberanía y el bien común del planeta, así como los individuos forcejean entre los valores egoístas de la personalidad y la generosidad de Yo Esencial. Actualmente, todos estamos siendo retados, como preparación para el nacimiento de una nueva civilización global. Históricamente, todos los avances en la conciencia, han sido precedidos por una lucha de proporciones Hercúleas, una Noche Oscura de desesperación, abandono y confusión. En nuestras propias vidas y en las de las culturas y naciones, mueren los antiguos valores, a menudo dolorosamente, antes de que se revele la llama viviente de una nueva perspectiva. Necesitamos desarrollar amplitud de visión, fuertes recursos internos y habilidades efectivas en acción para encontrar seguridad en un mundo incierto.

Se necesita un acercamiento de múltiples niveles y dimensiones para tratar con las complejidades de la globalización. Esto significa que lo que es correcto para mí, no necesariamente lo es para ti. Las soluciones simplistas que emanan de arriba hacia abajo están siendo remplazadas por redes de contacto y por el diálogo. Estamos adquiriendo un entendimiento profundo de la singularidad de las circunstancias de la vida de las personas y, como consecuencia de esas circunstancias, de toda la gama de las diversas necesidades, de los individuos y culturas, que residen en el corazón de la vida misma.

Las súplicas idealistas por “la Humanidad Una” no serán un método efectivo para tratar con el gran reto que enfrentamos. ¿Cómo armonizaremos las diversas necesidades humanas en una totalidad integrada, sin imponer una visión dogmática del mundo?

No podemos aceptar en silencio un mundo donde las quinientas personas más ricas tienen más de los recursos del mundo que mil millones de los más pobres; donde mil doscientos millones viven con un dólar al día y donde los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es la paz y la seguridad internacional, venden el 80% de la exportación global de armas.

Comencemos con una visión que brinde un segundo esclarecimiento, un renacimiento de los valores donde se escuchen las risas de los niños que juegan en lugar de sus gritos de terror, donde se acoja a cada extraño con el calor de una sonrisa humana en lugar de la sospecha, donde las familias se protejan entre sí y a sus hogares en lugar de ser separados por guerras sin sentido, donde se elimine la polución y donde cada flor retenga su dulce perfume. Contactemos nuestra humanidad. Sintamos el dolor del mundo y transformémoslo en canciones de júbilo. ¿Deberemos soportar otra catástrofe antes de aprender la unión?

Sensibilidad Infinita

“En gran parte del mundo, existen sociedades cuya riqueza reside en su alma y no en su suelo… cuya imaginación es más valiosa que su tecnología… Es impensable que se pudieran desarrollar sin la literatura, el canto, la danza y las historias”. Sashi Tharoor, Naciones Unidas

“No podremos encontrar el corazón de una cultura a menos que atendamos a su impulso creativo interior, cuya visión e intención, finalmente, es lo Bello.” John O’Donohue

Las mentes integrales y los diseños planetarios naturales nos hacen avanzar, en nuestra trayectoria evolutiva, hacia una civilización global. La belleza y el amor abren el corazón hacia la comunidad global. Un mundo, en paz consigo mismo, no se podrá alcanzar firmando, simplemente, tratados, pasando leyes o desarrollando códigos éticos. La comunidad mundial surge cuando se forjan vínculos de confianza y sensibilidad hacia las necesidades de las personas, en sus niveles más profundos de la existencia.

La sensibilidad desarrollada a través de la belleza es un elemento decisivo pero sub-valorado, dentro del proceso de la apertura del corazón de la nueva civilización global que todos añoramos. El corazón produce coherencia y alineamiento con el ritmo natural del universo. Como una suave brisa, introduce su mensaje universal a través del espacio y el tiempo, dentro de las divisiones de nuestras, algunas veces, inquietas mentes. En nuestro encantamiento con la mente racional, tendimos a olvidar que el corazón es el que derriba las barreras que separan.

El arte puede servir como una diversión de entretenimiento o como un transformador poderoso. Tiene el poder de separar y polarizar o de unir. Nos puede conducir a la indulgencia, la avaricia y el egoísmo o puede elevarnos hasta nuestro estadio más sabio y compasivo. Hemos sido inundados con toda clase de horrores en el nombre del “arte”. Sólo tenemos que conectar la televisión para ver la violencia, la ira y la polarización instalada en la intimidad de nuestros hogares.

“En su más profundo centro, la creatividad está destinada a servir y a evocar a la Belleza. Cuando este deseo y capacidad cobra vida, brotan nuevos pozos en el terreno agostado; la dificultad se convierte en una invitación y en lugar de luchar contra la disposición de nuestra naturaleza, nos acogemos al ritmo de su urgencia y su pasión más profunda”. John O’Donohue

El arte transformativo sigue los principios de la rotación del Cosmos, desde los átomos hasta los planetas, directo hasta las estrellas. Se alinea con un lugar universal interior, donde se puede capturar y expresar toda la condición humana en un trabajo creativo. La estética no sigue las reglas sociales. Toma sus propias decisiones, su propio camino hacia lo verdadero, lo bueno y lo bello.

El verdadero arte es una fuerza en movimiento. Nos elevamos en su presencia, dejamos atrás los hábitos negativos de pensamiento y acción, la agonía y la fealdad de las vidas no vividas. Su majestuosidad nos mueve hacia el poder magnético de la Unidad y liberación con una simplicidad natural. Recordamos nuestro origen común en esos momentos gloriosos de contacto. Nos sentimos alimentados y, por fin, reconocemos que estamos en casa. Cuando estamos llenos de deleite estético y de la emoción y la gracia de la belleza, nos abrimos para fluir con la vida en lugar de irnos contra ella. Nuestros temores se desvanecen y permanecemos en el Campo de la Primavera, libres, frescos, vivos y abiertos para hollar el terreno sagrado con mayor levedad.

“Nuestro deleite en lo Bello es tan natural, para nosotros, como la respiración, un acto lírico donde nos rendimos pero para despertar”. John O’Donohue

La máxima finalidad de las artes es llevarnos a un estado exquisito de ser, donde cada acción se convierte en un gesto de amor; donde cada encuentro se convierte en un intercambio de dignidad y de gracia; donde una visión Cósmica nos atrae hacia un mayor bien; donde la belleza del ser desborda en la belleza de las naciones, de los planetas y del Cosmos. Y es, en este estado, que nos enamoramos de la Vida y encontramos la Humanidad Una.

Nuestras almas están sedientas de belleza. Dostoievsky, una vez, dijo: “Tal vez sea la belleza la que finalmente nos salve.” Y Rumi: “Que la belleza que amamos sea lo que hacemos. Existen cientos de formas de arrodillarse y besar la tierra”. La belleza mora en los suaves susurros que abren nuestros corazones, ampliamente, con amor.

Una visión Cósmica está surgiendo al margen de la sociedad actual, más allá de las dicotomías de lo masculino y lo femenino, del yin y el yang, de lo suave y de lo duro. Esta profunda visión descansa en el corazón de la verdadera creatividad, una visión que abraza la unidad de toda la vida y de toda la creación. Otro mundo surge de este espacio. Invadiendo sutilmente nuestra vida diaria sin que siquiera lo notemos. Es desde este punto, sin espacio y sin tiempo, donde ocurren los cambios mentales y nuevos diseños planetarios entran en nuestro campo de conciencia. Ahora sabemos porque un sentido de lo correcto resuena en nuestro interior.

El canon para una nueva civilización reside en las profundidades de nuestro ser, esperando pacientemente a que reconozcamos su gentil llamado. ¡Despertad! ¡Despertad ahora!

¿Sabías que el mundo espera por ti?.

Artículo publicado en la revista (en inglés) Kosmos. Traducido por Sabiduria Arcana

11/4/07

Política integral: : ¿Se puede ir más allá de las limitaciones de los movimientos políticos de izquierdas y de derechas?, por Alejandro Villar



Todo el mundo parece estar buscando una “tercera vía” que integre lo mejor de las visiones liberal y conservadora. Esto es lo que han tratado de hacer el “vital center” del presidente Clinton, el “compassionate conservatism” de George W. Bush, el “neue mitte” en Alemania, la “third way” de Tony Blair, y el “African renaissance” de Thabo Mbeki, por nombrar algunos de ellos. Son muchos los teóricos que tratan de establecer los cimientos sólidos de una nueva visión que supere las limitaciones de los movimientos políticos de derechas y de izquierdas.

En lo que respecta al origen del sufrimiento humano, los liberales tienden a creer en la causación objetiva, mientras que los conservadores creen en la causación subjetiva. Desde la perspectiva liberal (de izquierdas), la responsabilidad del sufrimiento recae en las instituciones sociales objetivas (si eres pobre es porque la sociedad te oprime), mientras que la perspectiva conservadora (de derechas) culpa a los factores subjetivos (si eres pobre es por tu falta de iniciativa, valores, etc.). Consecuentemente el liberal aborda el problema recomendando algún tipo de intervención social objetiva, como la reforma de las instituciones sociales y una redistribución de las riquezas que aliente la igualdad entre todos los seres humanos. El abordaje conservador, por su parte, recomienda cosas como inculcar los valores adecuados, exige que los individuos asuman sus responsabilidades, propone el endurecimiento de las normas morales (lo cual solía suponer, en muchos casos, la aceptación de los valores religiosos tradicionales), alienta la ética del trabajo, el uso de incentivos que recompensen el logro, etc.

Por tanto, el primer paso a una “tercera vía” –que integre lo mejor de la visión liberal y de la conservadora, y que subraye, en consecuencia, tanto el desarrollo interior como el exterior- consiste en reconocer la realidad e importancia tanto de los aspectos objetivos como de los subjetivos, y orientar nuestros esfuerzos tanto hacia los factores internos (los valores, los significados, la moral y el desarrollo de la consciencia) como hacia los factores externos (las condiciones económicas, el bienestar material, los avances tecnológicos, la seguridad social, el medio ambiente, etc.)

El desarrollo de la consciencia es el área más difícil de admitir para los liberales, que suelen oponerse a todo tipo de “estadios” o de “niveles” (incluyendo los niveles de consciencia), convencidos de que tales “juicios” son marginadores y opresivos. Recordemos que el liberal no suele creer en la causación interior y que incluso llega, en ocasiones, a cuestionar la existencia misma de cualquier tipo de interioridad. La epistemología liberal típica (como la de John Locke, por ejemplo) considera que la mente es como una tabula rasa, una pizarra en blanco que va llenándose con imágenes del mundo externo. Así pues, si existe algún problema interior (si hay sufrimiento, en suma), es porque algo funciona mal en el exterior (en las instituciones sociales), ya que, desde esta perspectiva, toda interioridad constituye, de un modo u otro, un reflejo del exterior.

Pero ¿qué ocurriría si lo interior no dependiera exclusivamente del mundo externo y tuviera sus propios estadios de crecimiento y desarrollo?. Si el logro de una auténtica “tercera vía” exigiera tener en cuenta tanto el desarrollo interior como el exterior, deberíamos prestar también una atención cuidadosa a los estadios interiores del desarrollo de la consciencia. Hay muchísimos modelos diferentes sobre como se desarrolla la consciencia, tanto orientales como occidentales, antiguos o modernos, que pueden proporcionarnos una imagen muy clara de los estadios de desarrollo del reino subjetivo, pero no a modo de una secuencia fija e inalterable de niveles, sino como una guía general de las posibles fases del desarrollo de la consciencia.

Así pues, el primer paso hacia una “tercera vía” auténticamente integral es combinar adecuadamente lo interior y lo exterior, mientras que el segundo es reconocer que lo subjetivo – es decir, la consciencia- se despliega a través de una serie de estadios. Quien quiera conocer detalladamente esos estadios puede recurrir a cualquiera de los mapas de los investigadores más reputados del desarrollo interior, como Jane Loevinger, Robert Kegan, Clare Graves, William Torbert, Susane Cook-Greuter o la “Spiral Dynamics” de Beck y Cowan. Para ilustrar una visión global y simplificada bastará con identificar tres estadios generales: el preconvencional (o egocéntrico), el convencional (o sociocéntrico) y el postconvencional (o mundicéntrico).

La ideología tradicional conservadora se hallaba asentada en una ola convencional y sociocéntrica del desarrollo propia del estadio agrario-mítico cuyos valores hundían sus raíces en la orientación religiosa mítica (como la Biblia, por ejemplo), suele subrayar la importancia de los valores de la familia y de la patria, es fuertemente sociocéntrica (y, en consecuencia, solía ser muy etnocéntrica), afirmaba los valores aristocráticos y jerárquicos y tendía al patriarcado y el militarismo. Esta fue la modalidad mítico-pertenencia que subrayó las virtudes cívica y que dominó la consciencia cultural desde aproximadamente el año –1000 hasta la Ilustración occidental, después de la cual apareció una modalidad de consciencia radicalmente nueva (a nivel colectivo)- la consciencia racional egoica, postconvencional- que trajo consigo la nueva ideología política liberal.

La Ilustración liberal nace, pues, como una reacción contra el fundamentalismo propio de la estructura mítico-pertenencia, contra la opresión social generada por los mitos y sus prejuicios etnocéntricos (que afirman cosas como que los cristianos se salvarán, mientras que los paganos irán al infierno) y contra la naturaleza no científica del conocimiento generado por los mitos (por ejemplo, que el universo fue creado en seis días). Así pues, uno de los principales objetivos de la Ilustración fue aliviar el sufrimiento impuesto por la opresión de la religión mítica/etnocéntrica y su carácter no científico. Por ello el grito de batalla de Voltaire fue “¡Recordad la crueldades!”, recordad el sufrimiento infligido por la Iglesia sobre millones de de seres humanos en nombre de su Dios mítico.

Así pues, en lugar del etnocéntrismo mítico-pertenencia basado en una identidad de rol social que se inserta en una jerarquía de identidades de rol, la Ilustración anhelaba una identidad egoica libre de los prejuicios etnocéntricos (que pudiera concebir los derechos universales del hombre) y basada en la investigación racional y científica. Desde la perspectiva de la Ilustración, los derechos universales acabarían con la esclavitud, la democracia nos libraría de la monarquía, el ego autónomo vencería al mentalidad de rebaño y la ciencia se impondría sobre el mito. Dicho en otros términos, en su aspecto más positivo, la Ilustración representa – a la vez que es producto de- la evolución de la consciencia desde la ola convencional y sociocéntrica hasta la postconvencional y mundicéntrica.

Ahora bien, si el liberalismo se hubiera limitado a ser producto de un avance evolutivo desde lo etnocéntrico a lo mundicéntrico, hubiera terminado, pura y simplemente ganando la batalla. Pero lo cierto es que surgió en el clima de un mundo chato, gobernado por el materialismo científico, según el cual lo único real es la materia y, en consecuencia, la posesión de la verdad solo pertenece a la materialista ciencia empírica. El mundo chato vivía atrapado en la creencia de que sólo lo objetivo, la materia, existe.

Y el liberalismo, al emerger en el seno del materialismo científico, acabó convirtiéndose en el adalid político del mundo chato, abanderando la verdad exclusiva del mundo material. La mente no sería más que una tabula rasa, una pizarra vacía que iría llenándose con representaciones del mundo material. En consecuencia, si el reino subjetivo está enfermo es porque también lo están las instituciones sociales objetivas y, por tanto, el mejor modo de liberar al ser humano y acabar con el sufrimiento consiste en proporcionar la libertad material y económica. Pero de ese modo acaban soslayándose- o, en el peor de los casos, negándose- los dominios subjetivos. La conclusión es que todas las interioridades son iguales. No existen pues, olas ni estadios ni niveles de consciencia, porque eso sería establecer un juicio de valor y hacer juicios de valor es algo muy malo. Un sentimiento muy noble, pero erróneo.

Así pues, el deseo de liberar al hombre del sufrimiento de forma universal- ya que todas las personas son vistas como merecedoras de la misma justicia, con independencia de la raza, sexo, credo, etc.- evidenció un cambio de actitud (de lo etnocéntrico a lo mundicéntrico), que terminó no obstante atrapada en la visión patológica de un mundo chato o convirtiéndose en la versión enferma de un nivel superior.

Esta es la gran paradoja del liberalismo. Es intrínsecamente contradictorio, porque abandera la igualdad y la libertad... y solo es posible tener la una o la otra, pero no ambas al mismo tiempo. El propio liberalismo es es el resultado de una serie de estadios interiores del desarrollo de la consciencia – que van desde lo egocéntrico a lo etnocéntrico y lo mundicéntrico- después de lo cual da media vuelta y niega el valor- y hasta la misma existencia- de los niveles interiores de desarrollo que le dieron origen. Es como si el liberalismo, al creer exclusivamente en la causación objetiva, acabase negando el camino interno recorrido hasta llegar a él mismo. La postura liberal es el resultado de una serie de estadios que terminan siendo negados, esa es la contradicción interna del liberalismo.

El liberalismo se negó a emitir cualquier juicio de valor sobre las interioridades y lo individuos- ¡ninguna posición es mejor que otra!- y centró su atención exclusivamente en la reforma de las instituciones exteriores, económicas y sociales, abandonando toda interioridad (los valores, el significado y el desarrollo interno, por ejemplo) a los conservadores.

Los conservadores, por su parte, abrazaron el desarrollo interior, pero únicamente hasta el estadio mítico-pertenencia, un estadio sano en su propio nivel, una versión saludable de un nivel inferior que defendía el estadio mítico-pertenencia, la ola convencional/conformista, la virtud cívica un estadio completamente sano necesario y natural del desarrollo humano.

Esta es la curiosa encrucijada política en la que hoy en día nos hallamos y que nos obliga a elegir entre la versión enferma de un nivel superior (liberalismo) o una versión sana de un nivel inferior (conservadurismo).

Cualquier auténtica “tercera vía” integral debería abrazar una versión sana del nivel superior- es decir, un nivel arraigado en las olas postconvencionales y mundicéntricas del desarrollo- que alentase por igual el desarrollo interior (el crecimiento y el desarrollo de la consciencia y el bienestar subjetivo) y el desarrollo exterior (el crecimiento y el desarrollo del bienestar económico y material.

Además la directriz primordial de una auténtica “tercera vía” no debería centrarse tanto en que todo el mundo alcanzase un determinado nivel de desarrollo de la consciencia (ya fuera mundicéntrico, pluralista o liberar) como en asegurar la salud de la espiral completa del desarrollo en cada uno de sus niveles y olas. Así pues, los dos pasos que deberían conducirnos a una “tercera vía” realmente integral serían los siguientes: 1) incluir tanto lo objetivo como lo subjetivo y 2) discernir los diferentes estadios de desarrollo de lo subjetivo y respetar la directriz primordial.

Estos son principios muy generales, pero si se fueran convirtiendo en programas políticos concretos, sin duda serían los más capaces de responder a los complejos problemas mundiales actuales. La razón sería en que una visión política así incluiría la mayor cantidad de aspectos de la realidad posible. El admitir los estadios de desarrollo interior (descubiertos empíricamente por los psicólogos del desarrollo) nos permitiría hacer juicios cualitativos, valorando los estadios más profundos y pudiendo promover así, la mayor profundidad para la mayor extensión. Solo desde la consciencia global, mundicéntrica se pueden tomar acuerdos libres, no coercitivos, en beneficios de todos. La falta de esa consciencia global es uno de los grandes problemas de la actualidad (que ni siquiera puede ser reconocido en un mundo chato). Además, solo esa consciencia global puede respetar cada nivel del desarrollo tal cual es, promocionando su forma sana, sin tratar de imponerle su forma de ver las cosas.

Para más información sobre una visión integral: “Una teoría de todo.Una visión integral de la ciencia, la política, la empresa y la espiritualidad)” de Ken Wilber. Editorial Kairós

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