14/4/07

El Surgimiento de la Civilización Mundial, por Nancy Roof


“Un espíritu viviente crece y hasta supera sus anteriores formas de expresión. Este espíritu viviente se renueva eternamente y persigue su meta de múltiples e inconcebibles maneras, a través de la historia de la humanidad. Los nombres y las formas que los hombres le han asignado significan muy poco; ellas son la hojas y flores que mudan en el tallo de la eternidad”. Carl Jung

¿Qué Clase de Civilización Planetaria?

Todo comenzó con la explosión de una supernova hace billones de años en el vasto espacio del Cosmos. Un planeta girante, lleno de riquezas abundantes, se encumbró a través del espacio, llevando consigo las simientes de los fulgurantes zafiros azules y los brillantes y rojos rubíes, las delicadas semillas de las orquídeas blancas, la fragancia de las rosas rosadas, el coraje de la pantera y la tibieza de la sonrisa humana. La ciencia revela un Cosmos altamente ordenado, pleno de energía e información, siendo la interdependencia y conexión la clave de sus rasgos. Nuestras tradiciones revelan una vasta fuerza creativa de amor, inteligencia y poder que guía el universo en evolución y conecta todas las cosas. Ahora sabemos que estamos intrincadamente conectados con todos y con la misma vida y la salud de la tierra.

A medida que se desarrolla nuestra comprensión, también se expande nuestro sentido de la proporción. Desde las comunidades locales, a las naciones, al planeta y hasta el cosmos. Los avances en la investigación de la conciencia y las prácticas espirituales amplían nuestro interior hasta abrazar toda la vida. Sin embargo, los esperanzados sueños del grupo parecen estar más distantes porque sufrimos una falta de alineamiento global, cada vez más intensificado. Esperábamos que, cuando la ‘Guerra Fría’ terminara, viviríamos en un mundo apacible. En lugar de esto, estamos descubriendo un mundo de valores en contraposición; un mundo dividido política, social y culturalmente entre la elite y los empobrecidos; esto ocurre en un momento en que la magnitud de los problemas globales requiere de la colaboración y las alianzas. Enfrentamos la complejidad de las perspectivas múltiples de las diversas culturas, en un mundo recién globalizado.

¿Cómo abrazar las actitudes egocéntricas y etnocéntricas dentro de una conciencia mundo-céntrica que esté alineada con la naturaleza y el cosmos?

La moderna visión occidental del mundo, de materialismo científico y racionalidad, al tiempo que ofrece incontables beneficios, también nos deja carentes de sentimiento, alienados los unos de los otros, existiendo en un mundo sin significado ni propósito. Nos deja esperando regresar a la intuición moral básica de lo bueno, lo verdadero y lo bello en un abrazo holístico.

La visión, del mundo, post-moderna, igualitarista y de consenso, sosiega frecuentemente en lugar de afrontar la amenaza de la creciente violencia y visiones de un mundo en oposición.

La necesidad de equilibrar las anteriores limitaciones de visión del mundo, tratar la magnitud de los cambios en las condiciones de vida y encontrar una salida a través de este periodo de transición en la historia humana, nos está conduciendo al surgimiento de una visión del mundo post-moderna con una visión transformadora. Ha llegado el momento de ver que las soluciones parciales del pasado encajen dentro de la totalidad evolucionante que está surgiendo. Somos llamados a las totalidades. A eso lo definimos como ‘Integral’.

El frente político no luce promisorio. Un creciente número de naciones, fallidas como estados pre-modernos, como los del África Subsahariana, están regresando al tribalismo y a la criminalidad. Sociedades modernas como Estados Unidos, China, Rusia y la India todavía creen poder resolver los conflictos por medios militares. Las sociedades post-modernas, de Europa occidental, están funcionando desde el principio de la interdependencia, mientras que los inmigrantes, con diferentes valores, amenazan sus sociedades amantes de la paz. Mikhail Gorbachev nos ha advertido de que debemos entender, claramente, la fase histórica de desarrollo y la mentalidad de cada nación. Ninguna nación puede imponer un sistema de valores sobre otra sociedad que se encuentra en una etapa de desarrollo diferente y que, por esa razón, presenta diferentes necesidades.

Los miembros del Instituto de Ciencia Integral describen ‘Integral’ de esta manera: “La consideración de la naturaleza ecológica de toda la vida, significa la necesidad de salvaguardar, viviendo de tal manera que sostenga la familia, la comunidad, la civilización y el medio ambiente. Socialmente, la era integral, procede hacia una cultura de redes de contacto que vinculan una nueva civilización global. Económicamente, incluye Internet y la era de información y, con ella, un tremendo salto en la inteligencia colectiva planetaria”.

¿Por qué un Acercamiento Integral?

“En unos momentos, tan desprotegidos e inciertos, clamamos por un orden y una coherencia que lleve, las formas que se están combinando en nuestro crecimiento, a un ritmo con el orden oculto en la creación.” John O’Donohue

Los bien reconocidos filósofos integrales Ken Wilber, Ervin Lazlo y, más recientemente, Yasuhiko Kimura, aunque con diferentes acercamientos, todos coinciden en que integral significa totalidad. Ellos concuerdan en que las perspectivas parciales ya no son suficientes. Todos han abogado por sistemas integrales de pensamiento y como requisito para tratar con los complejos retos que, ahora, alcanzan una escala global.

Para la revista ‘Kosmos’, un acercamiento integral a la nueva civilización incluye la necesidad de alguna forma de práctica que desarrolle la percepción interna y el dominio de la mente y las emociones. Importa cómo vivimos nuestra vida. Podemos hacer una diferencia positiva. Nuestro comportamiento es impulsado, inconscientemente, por las diversas culturas y sociedades en las cuales estamos imbuidos, creando posibles choques en nuestra visión del mundo. De esto se deriva que necesitemos estructuras políticas, económicas y sociales que fortalezcan nuestro desarrollo, más allá de las perspectivas étnicas y que permitan el florecimiento de los valores mundiales.

Partiendo de la investigación, en los diversos campos de estudio, esta claro que es un error pensar que se puede imponer nuestra propia perspectiva sobre otra cultura o individuo y, sin embargo, es un error que frecuentemente cometen muchos individuos y países. La imposición de valores a través de las culturas ha creado problemas enormes en la actual crisis global, no solo a través de la acción gubernamental y los programas de desarrollo, sino también a través de las perspectivas religiosas que asumen la universalidad de la visión del mundo particular.

La perspectiva integral ofrece una alternativa, el encuentro con las personas en el punto donde estas se hallen, permitiendo el desarrollo natural y orgánico. Las personas están en diferentes etapas de desarrollo. Para algunos el mundo gira a “mi” alrededor, para otros alrededor “nuestro” y para otros alrededor de “todos nosotros”. Y unos pocos se identifican con ‘Kosmos’: “toda la vida”. Necesitamos líderes con visión global, que puedan diseñar ambientes facilitadores que fomenten un proceso natural de cambio.

El acercamiento integral se ha demostrado exitoso. Algunos gobiernos lo están examinando más de cerca. Bill Clinton se refirió al trabajo de Ken Wilber en el Foro Económico Mundial de Davos. El PNUD, actualmente, está utilizando el trabajo de Wilber en una variedad de programas. El pensamiento integral se ha convertido en la base de los nuevos negocios y del entrenamiento en liderazgo. Don Beck ha estado aplicando la ‘Espiral Dinámica Integral’ en asuntos globales. Ken Wilber abrirá la Universidad Integral este año y Ervin Laszlo y sus asociados están planeando una Universidad Mundial de Sabiduría gratuita y por Internet, en un futuro cercano.

Kosmos promueve la reflexión interna y el compromiso externo, así como las diferentes perspectivas que deriven de una comprensión del desarrollo y la evolución orgánica. Creemos que un entendimiento de cómo funciona el mundo y de las realidades políticas y globales presentes, es esencial para la transformación global. Animamos el encuentro con el ‘Yo Esencial’ o lugar de sabiduría en nuestro interior como una guía para vivir nuestra vida. La pregunta más importante en estos tiempos puede ser: ¿Cómo nos preparamos para alinearnos con el Cosmos y para construir las formas que expresen la próxima etapa de surgimiento global?

Cada transición mayor, en la evolución cultural, desde la era agraria hasta la industrial e informática, o de la perspectiva egocéntrica, a la socio-céntrica y mundo-céntrica, nos despierta y sensibiliza para un mayor cuidado y preocupación. Tú y yo seremos co-creadores de la civilización planetaria emergente. Encontraremos la forma de acceder a habilidades y capacidades latentes que ni sospechábamos que teníamos. Responderemos al llamado de los tiempos porque nos importa.

Si nos enfocamos más allá del caos de la avalancha de la crisis global, encontramos que la humanidad ha realizado un gran progreso. Por ejemplo, en la mayoría de los lugares ya no se acepta la esclavitud; la preocupación ambiental y el activismo civil va en aumento; los derechos de las mujeres y los niños han avanzado a grandes saltos; las protestas en contra de la guerra, por primera vez, son de alcance internacional y están diseñadas para prevenir la guerra en lugar de parar una que ya está en proceso y los matrimonios interculturales son comunes. Actualmente los niños están naciendo con una conciencia global. Muchos han pasado muchas horas practicando disciplinas para superar los hábitos mentales destructivos aprendidos y el correcto manejo de las emociones y el conflicto. Una trayectoria moral está siendo claramente forjada. Este es un alineamiento con la necesidad innata que tiene la humanidad de crear una nueva civilización basada en la ‘Unidad Interna con la Diversidad Exterior’.

Actualmente, las naciones se debaten, no sin cierta tensión, entre la autonomía de su propia soberanía y el bien común del planeta, así como los individuos forcejean entre los valores egoístas de la personalidad y la generosidad de Yo Esencial. Actualmente, todos estamos siendo retados, como preparación para el nacimiento de una nueva civilización global. Históricamente, todos los avances en la conciencia, han sido precedidos por una lucha de proporciones Hercúleas, una Noche Oscura de desesperación, abandono y confusión. En nuestras propias vidas y en las de las culturas y naciones, mueren los antiguos valores, a menudo dolorosamente, antes de que se revele la llama viviente de una nueva perspectiva. Necesitamos desarrollar amplitud de visión, fuertes recursos internos y habilidades efectivas en acción para encontrar seguridad en un mundo incierto.

Se necesita un acercamiento de múltiples niveles y dimensiones para tratar con las complejidades de la globalización. Esto significa que lo que es correcto para mí, no necesariamente lo es para ti. Las soluciones simplistas que emanan de arriba hacia abajo están siendo remplazadas por redes de contacto y por el diálogo. Estamos adquiriendo un entendimiento profundo de la singularidad de las circunstancias de la vida de las personas y, como consecuencia de esas circunstancias, de toda la gama de las diversas necesidades, de los individuos y culturas, que residen en el corazón de la vida misma.

Las súplicas idealistas por “la Humanidad Una” no serán un método efectivo para tratar con el gran reto que enfrentamos. ¿Cómo armonizaremos las diversas necesidades humanas en una totalidad integrada, sin imponer una visión dogmática del mundo?

No podemos aceptar en silencio un mundo donde las quinientas personas más ricas tienen más de los recursos del mundo que mil millones de los más pobres; donde mil doscientos millones viven con un dólar al día y donde los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es la paz y la seguridad internacional, venden el 80% de la exportación global de armas.

Comencemos con una visión que brinde un segundo esclarecimiento, un renacimiento de los valores donde se escuchen las risas de los niños que juegan en lugar de sus gritos de terror, donde se acoja a cada extraño con el calor de una sonrisa humana en lugar de la sospecha, donde las familias se protejan entre sí y a sus hogares en lugar de ser separados por guerras sin sentido, donde se elimine la polución y donde cada flor retenga su dulce perfume. Contactemos nuestra humanidad. Sintamos el dolor del mundo y transformémoslo en canciones de júbilo. ¿Deberemos soportar otra catástrofe antes de aprender la unión?

Sensibilidad Infinita

“En gran parte del mundo, existen sociedades cuya riqueza reside en su alma y no en su suelo… cuya imaginación es más valiosa que su tecnología… Es impensable que se pudieran desarrollar sin la literatura, el canto, la danza y las historias”. Sashi Tharoor, Naciones Unidas

“No podremos encontrar el corazón de una cultura a menos que atendamos a su impulso creativo interior, cuya visión e intención, finalmente, es lo Bello.” John O’Donohue

Las mentes integrales y los diseños planetarios naturales nos hacen avanzar, en nuestra trayectoria evolutiva, hacia una civilización global. La belleza y el amor abren el corazón hacia la comunidad global. Un mundo, en paz consigo mismo, no se podrá alcanzar firmando, simplemente, tratados, pasando leyes o desarrollando códigos éticos. La comunidad mundial surge cuando se forjan vínculos de confianza y sensibilidad hacia las necesidades de las personas, en sus niveles más profundos de la existencia.

La sensibilidad desarrollada a través de la belleza es un elemento decisivo pero sub-valorado, dentro del proceso de la apertura del corazón de la nueva civilización global que todos añoramos. El corazón produce coherencia y alineamiento con el ritmo natural del universo. Como una suave brisa, introduce su mensaje universal a través del espacio y el tiempo, dentro de las divisiones de nuestras, algunas veces, inquietas mentes. En nuestro encantamiento con la mente racional, tendimos a olvidar que el corazón es el que derriba las barreras que separan.

El arte puede servir como una diversión de entretenimiento o como un transformador poderoso. Tiene el poder de separar y polarizar o de unir. Nos puede conducir a la indulgencia, la avaricia y el egoísmo o puede elevarnos hasta nuestro estadio más sabio y compasivo. Hemos sido inundados con toda clase de horrores en el nombre del “arte”. Sólo tenemos que conectar la televisión para ver la violencia, la ira y la polarización instalada en la intimidad de nuestros hogares.

“En su más profundo centro, la creatividad está destinada a servir y a evocar a la Belleza. Cuando este deseo y capacidad cobra vida, brotan nuevos pozos en el terreno agostado; la dificultad se convierte en una invitación y en lugar de luchar contra la disposición de nuestra naturaleza, nos acogemos al ritmo de su urgencia y su pasión más profunda”. John O’Donohue

El arte transformativo sigue los principios de la rotación del Cosmos, desde los átomos hasta los planetas, directo hasta las estrellas. Se alinea con un lugar universal interior, donde se puede capturar y expresar toda la condición humana en un trabajo creativo. La estética no sigue las reglas sociales. Toma sus propias decisiones, su propio camino hacia lo verdadero, lo bueno y lo bello.

El verdadero arte es una fuerza en movimiento. Nos elevamos en su presencia, dejamos atrás los hábitos negativos de pensamiento y acción, la agonía y la fealdad de las vidas no vividas. Su majestuosidad nos mueve hacia el poder magnético de la Unidad y liberación con una simplicidad natural. Recordamos nuestro origen común en esos momentos gloriosos de contacto. Nos sentimos alimentados y, por fin, reconocemos que estamos en casa. Cuando estamos llenos de deleite estético y de la emoción y la gracia de la belleza, nos abrimos para fluir con la vida en lugar de irnos contra ella. Nuestros temores se desvanecen y permanecemos en el Campo de la Primavera, libres, frescos, vivos y abiertos para hollar el terreno sagrado con mayor levedad.

“Nuestro deleite en lo Bello es tan natural, para nosotros, como la respiración, un acto lírico donde nos rendimos pero para despertar”. John O’Donohue

La máxima finalidad de las artes es llevarnos a un estado exquisito de ser, donde cada acción se convierte en un gesto de amor; donde cada encuentro se convierte en un intercambio de dignidad y de gracia; donde una visión Cósmica nos atrae hacia un mayor bien; donde la belleza del ser desborda en la belleza de las naciones, de los planetas y del Cosmos. Y es, en este estado, que nos enamoramos de la Vida y encontramos la Humanidad Una.

Nuestras almas están sedientas de belleza. Dostoievsky, una vez, dijo: “Tal vez sea la belleza la que finalmente nos salve.” Y Rumi: “Que la belleza que amamos sea lo que hacemos. Existen cientos de formas de arrodillarse y besar la tierra”. La belleza mora en los suaves susurros que abren nuestros corazones, ampliamente, con amor.

Una visión Cósmica está surgiendo al margen de la sociedad actual, más allá de las dicotomías de lo masculino y lo femenino, del yin y el yang, de lo suave y de lo duro. Esta profunda visión descansa en el corazón de la verdadera creatividad, una visión que abraza la unidad de toda la vida y de toda la creación. Otro mundo surge de este espacio. Invadiendo sutilmente nuestra vida diaria sin que siquiera lo notemos. Es desde este punto, sin espacio y sin tiempo, donde ocurren los cambios mentales y nuevos diseños planetarios entran en nuestro campo de conciencia. Ahora sabemos porque un sentido de lo correcto resuena en nuestro interior.

El canon para una nueva civilización reside en las profundidades de nuestro ser, esperando pacientemente a que reconozcamos su gentil llamado. ¡Despertad! ¡Despertad ahora!

¿Sabías que el mundo espera por ti?.

Artículo publicado en la revista (en inglés) Kosmos. Traducido por Sabiduria Arcana

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