5/2/08

La financiación de la Iglesia Católica, por Redes Cristianas

A propósito de la entrada en vigor en este ejercicio fiscal de las modificaciones pactadas en 2006 respecto a la asignación tributaria que recibe la Jerarquía de la Iglesia Católica en España, Redes Cristianas ofrece a la opinión pública las consideraciones siguientes:

1. Nuestro planteamiento se apoya en estos principios:

a) En una sociedad democrática no confesional, la Iglesia Católica – como cualquier otro grupo o colectivo- debe participar en la vida social española sin ningún privilegio ni acuerdo que pueda suponer un trato discriminatorio.
b) Este principio democrático se encuentra acentuado por la declaración que se hizo oficialmente por parte de la Iglesia Católica en 1979 al firmar el acierto económico vigente hasta 2006: el propósito “de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades”.
c) Esto, evidentemente, no representa ningún inconveniente para que, al igual que otras entidades, pueda optar y recibir ayudas económicas por acciones de tipo social, humanitario o asistencial, cultural o artístico, o pueda concertar centros educativos etc. ateniéndose a la normativa vigente en cada momento.
d) La Iglesia Católica debe ser más libre e independiente de los poderes sociales y económicos para poder ser fiel a su misión, no se trata de mantener un estatus sino de comprometerse con los pobres y los que sufren, a favor de una sociedad más humana y más justa.

2. Consecuentemente, como católicos y como ciudadanos, pedimos con urgencia que se revisen en la próxima legislatura los vigentes Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español, que afectan también a otros aspectos relacionados o no con el económico ( además de los sueldos de obispos y sacerdotes, el Estado paga los salarios de más de 30.000 profesores de religión, los capellanes castrenses son igualmente remunerados por el Estado y su estatus debería ser también revisado, la existencia de la clase de religión en la escuela pública es objeto de controversia, etc.). Firmados precipitadamente el 3 de enero de 1979, a sólo 6 días del 27 de diciembre de 1978, fecha en que se daba carácter oficial a la Constitución, hay voces de muy reconocido prestigio que los consideran inconstitucionales o, cuando menos, preconstitucionales. Después de tantos años de democracia ¿no vamos a ser capaces de revisarlos en un ambiente de objetividad y equilibrio?

3. El sistema español revisado en 2006 suprime la ayuda directa que el Estado completaba a lo recaudado por la asignación tributaria a la Jerarquía Católica, pero aumenta esta última (cuando se marca la casilla correspondiente) del 0,52% al 0,7% . Se mantiene por tanto la mentalidad de que la Iglesia está lejos de autofinanciarse y sigue pidiendo al Estado que le ayude a su mantenimiento. Y lo que es más grave, al detraer ese porcentaje de los impuestos (IRPF), todos los españoles, católicos o no se ven afectados por esa disminución de ingresos en las arcas públicas. En otros países (Alemania, por ejemplo), los católicos o los luteranos pagan un impuesto extra y el Estado actúa como mero recaudador. Hay también una anulación de la exención del pago del IVA, por regulación europea pero se mantienen todavía las cuestiones relativas a las transmisiones patrimoniales.

4. La discriminación evidente con otras confesiones ha llevado a la firma de acuerdos en los últimos años con distintas iglesias, sin embargo nos parece que el camino adecuado no es ése, más bien, como se ha indicado antes, que las ayudas vengan por tareas concretas que se presten a la sociedad pero no como asignaciones para el mantenimiento.

5. Los católicos españoles estamos mal acostumbrados por una tradición que nos ha garantizado una “iglesia gratuita” con locales, servicios religiosos, sacerdotes remunerados, facilidad para la presencia sin coste alguno en los medios de comunicación públicos,…¿Qué esfuerzos y medidas se están tomando desde la declaración de 1979 para que la gestión económica en la Iglesia sea participativa, se decida lo que es prioritario y lo que no lo es, se anime, por ejemplo, a los sacerdotes a compatibilizar sus tareas pastorales con trabajos extra eclesiales remunerados, “para no ser oneroso” según palabras del apóstol Pablo?

6. Animamos a todos los católicos a sensibilizarse ante estos problemas y a actuar para que en las decisiones que se van tomando no primen los intereses políticos o el no querer renunciar a lo que ya tenemos. Estamos obligados a hacerlo, siempre en favor de la democracia y de una Iglesia más coherente y consecuente.

Raquel Mallavibarrena
Evaristo Villar
Ramón Alario
Portavoces de Redes Cristianas


Fuente: Redes Cristianas

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