En los dos próximos meses estas dos personas van a ser el centro de la atención en España. El 9 de marzo se celebran elecciones generales y andaluzas y sabremos cual de los dos es el próximo presidente del gobierno.
Creo que el debate social se mueve entre dos tendencias centrales. La tendencia a innovar, cambiar, adaptarse a la nueva sociedad de la información, y la tendencia a no innovar, conservar, y que no nos toquen nuestros sistemas de creencias sobre Dios, España o la familia. Como he explicado en otro post, en mi opinión vivimos en una sociedad mixta formada por un sector que vive en la nueva sociedad de la innovación, el conocimiento, y otro sector que vive en la sociedad de los dos últimos siglos basada en un modelo mixto también entre los que vivían en la nueva sociedad industrial y los que mantenían las creencias milenarias de una sociedad agrícola. La sociedad industrial logró imponerse, aunque necesitó ideologías muy potentes para conseguirlo. Pero ahora tiene que convivir con la nueva sociedad de la innovación, el conocimiento. Y surge la tensión entre los que quieren mantener las creencias de la sociedad de los dos últimos siglos, y los que quieren adelantar la nueva sociedad de la innovación.
Este es para mí el principal debate social. Y en las elecciones políticas se ve más claro. En la sociedad más avanzada del planeta como es EE.UU., ha ganado las dos últimas elecciones un representante de la tendencia conservadora. En España ganó las últimos elecciones la tendencia innovadora. Sigue habiendo una gran parte de la sociedad que le dan miedo los cambios, que prefiere mantener su antiguo sistema de creencias, aunque la realidad a veces la contradiga, y hay otra parte de la sociedad que no admite ninguna creencia que vaya contra la idea de que los humanos dependemos sólo de nuestros actos, que los cambios son inevitables, y que en la historia de la humanidad los cambios tecnológicos y científicos provocaron cambios en los valores, y los nuevos valores cambiaron la política. Sigue siendo igual.
Rajoy ejemplifica claramente el sector conservador, con unas creencias fijas sobre Dios, España y la familia. Pero tiene que soportar la contradicción de querer representar a ese sector de la sociedad cuando una parte de ellos mismos viven ya en la nueva sociedad. En el PP seguro que hay mujeres que ha abortado, homosexuales que se han casado y personas divorciadas. Por eso querer representar los valores del sector conservador de la Iglesia choca con su práctica. No piensan cambiar la ley del aborto, sobre el divorcio no creo que vayan ha cambiarlo. Y sobre los matrimonios homosexuales Rajoy se ha limitado a decir que hará lo que sea "oportuno". Aunque eso sí, promete un ministerio para la familia, como cuando no sabemos que hacer y convocamos una reunión.
Con los estatutos de autonomía y la división de España, al final no harán nada muy distinto de lo que hace el PSOE, ya lo están haciendo de hecho con algunos estatutos. Y sobre la Iglesia, la defienden pero no van a la manifestación de la familia. Cuando hablan de economía entonces se les ve el plumero. Proponen "medidas brutales" y uno se acuerda de cuando casi congelaban el salario mínimo, las pensiones mínimas, las prestaciones por desempleo, no legalizaban a cerca de un millón de inmigrantes sin papeles, y proponían como modelo de desarrollo económico el ladrillo.
Por su parte, en el PSOE hay quienes quieren avanzar en la nueva sociedad y hacer cambios, y hay una parte del partido que recuerda que muchos de sus votantes están en la otra mentalidad menos propensa a los cambios. No tienen claro cómo relacionarse con la Iglesia, hay visiones distintas sobre los estatutos de autonomía, y la economía parece ser una cuestión sobre la que no se tienen modelos alternativos claros, más allá de que unos pongan más atención en la competencia, y otros en la solidaridad.
Pero todo esto es sólo una opinión. Si tu tienes otra opinión me puedes convencer.
Ya que, como dices, en el fondo los dos son parecidos, prefiero a uno, por ejemplo, que no promueva un proceso de negociación con eta solo para ponerse una medallita y ganar las elecciones, y de paso divida a la sociedad española, y cree problemas donde no los había. ZP ha convertido la política en "O estás conmigo, o con los fachas". Mucho rollo sobre democracia, pero al final divide a la sociedad en buenos y malos.
ResponderEliminarPara no alargarme: no se puede aprender a ser presidente siendo presidente.
Leguina discrepa y deja la vida política
ResponderEliminarPodemos leer en su esclarecedor blog: “No he de ocultar – a la hora de la despedida- que hay muchas y relevantes políticas orgánicas y, sobre todo, públicas puestas en marcha por la actual dirección del PSOE con las que estoy en desacuerdo, pero eso no quiere decir que haya dejado de sentirme y de ser socialista. Lo soy y lo seguiré siendo. Tampoco he pensado ni por un momento en abandonar el Partido. Ahora bien, defiendo mi derecho a discrepar, es decir, que puedo argumentar contra las políticas de las que discrepo. Y no me vale – como argumento para intentar taparme la boca- eso de que “las críticas favorecen al PP”, pues es ése un pretexto miserable detrás del cual se ocultan la falta de ideas y la vocación de censor.”.
Lástima que personas serias y cabales como Joaquín Leguina abandonen la política, aunque siempre puede pasar como con los toreros… y algún día vuelvan por lo del “gusanillo”.
quizas leguina por discrepar abandonen la politica,hay otros que nisiquiera se tendrian que dedicar a ella,como el amrianico el corto de rajoy.
ResponderEliminarsr.presidente del gobierno ante todo lo que queria es que no habria mas muertos por ETA algo que marianico el corto no le importa los muertos siempre que el muerto no sea el.
pero lo seuro es que no vendio españa no saco ni aun preso de la prison ,como anteriores presidentes yque españa sigue donde estaba entera y junta.
marianico el corto como siempre quizas si su primo le ayude haber si es capaz de hacer algo util.