4/7/07

El buen político, por J. Krishnamurti


Jiddu Khrisnamurti, filósofo religioso angloindio (1895-1986). Propugnó la meditación como único medio para convertir las ideas en acción transformadora inmediata


Interlocutor.- ¿De qué modo un hombre de Estado, que comprendiera lo que usted dice, podría darle expresión en los asuntos públicos? ¿No es más probable que se retirara de la política al comprender la falsedad de sus principios y objetivos?

Krishnamurti.- Si él comprendiera lo que digo, no separaría la política de la vida en su totalidad; y no veo por qué tendría que retirarse.

Al fin y al cabo, hoy por hoy, la política es meramente un instrumento de explotación; pero si él considera la vida como un todo, no únicamente la política (por la cual entiende sólo su país, su pueblo y la explotación de los demás), y contemplara los problemas humanos no como problemas nacionales, sino mundiales; no como problemas americanos, hindúes o alemanes; entonces, si comprendiera aquello de que hablo, sería un verdadero ser humano, no un simple político.

LOS EXPERTOS, NUEVOS BÁRBAROS DE LA ESPECIALIZACIÓN

Y para mí eso es lo más importante. Que uno sea humano, no un explotador o un experto en determinados campos de acción. Creo que es ahí donde reside el mal.

El político trata sólo con la política; el moralista, con la moral; el sedicente maestro espiritual, con el espíritu; cada cual pensando que es un experto y excluyendo a todos los demás.

Toda nuestra estructura social se basa en eso, y así estos líderes en las diversas áreas de la actividad humana, causan mayores estragos y traen más desdicha al mundo.

Por el contrario, si los seres humanos vieran la íntima relación que hay entre todas estas áreas, es decir, la política, la religión, la economía, la sociedad; si la vieran, digo, no actuarían por separado, de forma individualista.

LOS PROBLEMAS NO SON NACIONALES, SINO MUNDIALES

En la India, por ejemplo, hay millones que se mueren de hambre. El indio nacionalista dice: “Primero, hagámonos fuertemente nacionalistas; luego, podremos resolver este problema del hambre”.

En cambio, para mí, el modo de resolver el problema del hambre no es volviéndose nacionalista, sino todo lo contrario. El hambre es un problema mundial y este proceso de aislamiento no hace sino incrementarlo más aún.

Por consiguiente, si el político aborda los problemas de la vida humana tan sólo como político, entonces un hombre así causa mayores estragos, mayores males, mayor desdicha.

Pero si considera la totalidad de la vida humana, sin discriminar entre razas, nacionalidades y clases, entonces es un ser humano auténtico y puede ser un buen político.

J. KRISHNAMURTI, Ojai, California, 30 de junio de 1934. Textos y vídeos on-line de Krishnamurti, en la web oficial de la FKL.


Fuente: Filosofía Digital

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