Te quiero, por Mario Benedetti
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Hola Cristobal:
ResponderEliminarSi te pasas por mi Blog verás que se te ha concedido el premio Blog Dorado, si te parece adecuado lo puedes aceptar. En cualquier caso, felicitaciones por este blog y por la labor que en él se realiza.
Hola José Antonio, muchas gracias por tu premio que aceptamos encantados, hoy lo difundimos, felicidades por tu interesante blog, creo que tenemos visiones similares,
ResponderEliminarun abrazo fraterno de Cristóbal
Benedetti is dead!
ResponderEliminarUn excelso poeta.
ResponderEliminarYo lei cuando en la secundaria un libro de el al cual se dirigia a la juventud.
Me cambio.
Gracias por compartir tu comentario, efectivamente era de los poetas que te cambian,
ResponderEliminarsaludos de Cristóbal
genial Benedetti en su sencillez y humanidad. Tenemos tantos octogenarios valiosos que se me encoge sea un movimiento de fichas de dominó, y por ahí será , ley de vida, pero nos dejó su obra.
ResponderEliminarOs envío otro poema de él no tan conocido. Y bueno, Cristóbal, yo quiero el secreto de los 22 años, en los tiempos que corren eso se merece un brindis a los dos.
Como ves estoy interviniendo menos pero sigo por aquí.
Un abrazo para usted y su señora,
Mari Luz.
El poema:
Hombre que mira más allá de sus narices.
Hoy me despierto tosco y solitario
no tengo a nadie para dar mis quejas
nadie a quien echar mis culpas de quietud
sé que hoy me van a cerrar todas las puertas
y que no llegará cierta carta que espero
que habrá malas noticias en los diarios
que la que quiero no pensará en mí
y lo que es mucho peor
que pensarán en mi los coroneles
que el mundo será un oscuro
paquete de angustias
que muchos otros aquí o en cualquier parte
se sentirán también toscos y solos
que el cielo se derrumbará
como un techo podrido
y hasta mi sombra
se burlará de mis confianzas
menos mal
que me conozco
menos mal que mañana
o a más tardar pasado
sé que despertaré alegre y solidario
con mi culpita bien lavada y planchada
y no solo se me abrirán las puertas
sino tambien las ventanas y las vidas
y la carta que espero llegará
y la leeré seis o siete veces
y las malas noticias de los diarios
no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas
y la que quiero
pensará en mi hasta conmoverse
y lo que es muchísimo mejor
los coroneles me echarán al olvido
y no solo yo muchos otros tambien
se sentirán solidarios y alegres
y a nadie le importará
que el cielo se derrumbe
y más de uno dirá que ya era hora
y mi sombra empezará a mirarme con respeto
será buena
tan buena la jornada
que desde ya
mi soledad se espanta.
Hola Mari Luz, gracias por compartir este poema de Benedetti, era un gran poeta, muy grande.
ResponderEliminarEn cuanto al "secreto", no tenemos ningún secreto, la cuestión es quererse, nada más.
Saludos de Cristóbal