Un teórico Plan de Acción orientado a mitigar los efectos de la crisis podría estar basado en:
1 – USA, la UEM y JPN intervienen todas las entidades financieras de sus economías permitiendo y garantizando el día a día pero impidiendo movimientos masivos de fondos por encima de un importe. Inmediatamente después se incorporarían al acuerdo los BRIC con idénticos objetivos.
2 – Coordinación de medidas a través de la creación de una moneda de cuenta de utilización en los países firmantes del acuerdo, con tipo de cambio fijo respecto a las divisas nacionales. Ese tipo de cambio sería determinado tomando como base el estado de las economías de los países firmantes.
3 – Todas las entidades financieras de todos esos países son auditadas por entes realmente independientes y por encima de toda sospecha a fin de conocer su exacta situación (a fin de que sacar a la luz toda la porquería que tienen en sus balances). Aquellas entidades que no puedan sobrevivir serán absorbidas por las que se hallen mejor (menos mal) con ayudas (e intervención) de los Estados.
4 – Los saldos quedan fijados y garantizados, aunque su movilidad controlada, y técnicos (no políticos) dependientes de los Estados (funcionarias/os o no, tanto da) entran en los gobiernos corporativos de las entidades financieras. El día a día es garantizado plenamente, aunque limitando importes, debiéndose solicitar autorización por encima de los mismos.
5 – La regulación se va haciendo extensiva a grandes compañías, empezando por aquellas que fabriquen y elaboren bienes y servicios esenciales: energéticas, farmacéuticas, … , y a subsectores vitales: transporte y distribución, … La viabilidad de las compañías que forma el subsector será analizada, así como su acceso a las commodities en función de la necesidad de la actividad que desempeñe.
6 – A medida que se vaya profundizando en la regulación anterior y a medida que la precrisis vaya avanzando el desempleo del factor trabajo irá aumentando, por lo que será instaurado un subsidio a fin de garantizar la supervivencia de esos colectivos crecientes; paralelamente puesta en marcha de programas formativos a fin de cubrir con las personas de mayor y mejor preparación los puestos de trabajo que, temporalmente, vayan siendo demandados por el mundo productivo.
7 – Los Estados no serían los protagonistas, sino partes de los comités de expertos en distintos órdenes que se formarían a fin de abordar la regulación que se iría poniendo en marcha. El objetivo es preparar la llegada de la verdadera crisis y la minimización de los daños; la puesta en marcha de políticas orientadas a la superación de la crisis vendría después: a partir del 2012.
El problema de la mayoría de los planes que se diseñan, de la mayoría de las previsiones que se realizan es el suponer, 1) que las cosas se van a comportar mañana del mismo modo a como se comportaron ayer, y 2) que van a suceder cosas y que se van a producir efectos y reacciones que nada garantiza que vayan a suceder ni que se vayan a producir.
Es decir, como en el pasado los estímulos fiscales realizados han tenido tales y cuales efectos, en el presente semejantes estímulos fiscales van a deparar efectos parecidos. En otras palabras, es suponer que si las entidades financieras retoman la concesión de créditos, automáticamente, necesariamente, inexorablemente, se normalizarán las cosas y se reemprenderá el crecimiento económico. No critico que se realicen tales supuestos, lo que critico es que sólo se realicen esos supuestos (o, mejor aún, que sólo se difundan éstos).
Nos hallamos ante una crisis sistémica, lo que significa que acciones que en el pasado fueron tomadas y que tuvieron unos determinados efectos, actualmente no-van-a-tener los efectos que entonces tuvieron, lo que significa que las cosas no necesariamente van a suceder como se ha supuesto que sucederían.
Hay que buscar nuevas salidas, nuevas soluciones, nuevas medidas: las viejas se mueren: deben morirse porque ya no sirven, y pienso que el plan que les detallaba al principio sí es una nueva solución (por lo menos es una aproximación a una nueva solución). (Al final ya verán como las cosas no se van a alejar demasiado de ese camino: en realidad las alternativas no son tantas.
(La ley aprobada en la RFA el pasado Miércoles ‘para nacionalizar el Hypo’, en el fondo, ¿qué es?, pues un ensayo: el segundo paso para que los Estados frenen la caída de entidades financieras (el primero ya lo dio el Gobierno británico, pero, un poco, por la puerta de atrás; esto ha sido la puesta en escena. Habrá más movimientos. El Plan de más arriba: se extiende en el tiempo la ley, se generaliza, y … ¡ya está!).
(Y en esta línea. George Soros: “We’re in a crisis I think that’s really the most serious since the 1930s and is different from all the other crises we have experienced in our lifetime” (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=ay0FPxGdth_k&refer=home): estoy de acuerdo (aunque, en realidad, aún no ha sucedido nada), también en otra cosa que dice: que la desregulación ha influido en lo que está pasando (aunque a él buenos rendimientos le brindó). ¡Ah!, me olvidaba: el título de la noticia: dice mucho: “Soros Says Financial Crisis Marks End of a Free-Market Model”. Amén).
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Fuente: La Carta de la Bolsa
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