19/9/07

Karen Armstrong: "La religión es como el sexo o el arte, si la practicas bien puede ser sublime"


Karen Armstrong participa el próximo jueves en Barcelona en un ciclo llamado Mediterráneo, mito y realidad. Aprovechamos su visita para hablar con ella de religiones, de espiritualidad y de la falta de compasión que sufre el mundo

Karen Armstrong es una apasionada de las religiones en general. Esta ex monja británica de 62 años ha invertido la mayor parte de su vida estudiándolas. Acaba de publicar La gran transformación (Paidós, 2007), cree que la clave de la humanidad está en la compasión y no duda en recomendar la práctica religiosa al margen de las instituciones. Su actitud ante la vida es valiente, cree que lo ideal es prestar atención a todas las religiones y quedarse con lo mejor de cada una de ellas.

Se define como una "monoteísta freelance", ¿podría explicar a qué se refiere?

Es una broma que hice en su momento y desde entonces me persigue. Lo dije porque en aquel momento estaba estudiando las tres religiones monoteístas. No veo ninguna que sea superior a las demás y en realidad tomo cosas de cada una de ellas, por eso no puedo decir que pertenezco a una u otra.

Desde que me definí como monoteísta freelance he empezado a estudiar las religiones orientales, que no tienen ningún Dios. Creo que hay similitudes entre estas religiones, que son muy diferentes.

¿Cuáles son esas similitudes?


La importancia de la compasión es la base de todas ellas. La palabra compasión significa "sentir lo que el otro", y no se refiere simplemente a las ideologías religiosas. La práctica de la compasión es nuestra manera de ponernos en contacto con lo que las religiones monoteístas llaman Dios y el resto de religiones llaman de otras formas.

Estas religiones no estaban interesadas en el concepto de creer en Dios. Para mi la teología es poesía, un intento de expresar lo que no se puede expresar. Por eso la teología nos da una idea de lo divino, pero en cambio la teología no puede ser el único elemento de nuestra vida religiosa.

La religión no es algo que te indica qué tienes pensar. más bien el cómo tienes que actuar. Lo que no nos hace ser personas iluminadas es nuestro egoísmo. La compasión es la mejor manera de quitarnos nuestro ego de encima. Consigue que dejemos de ser el centro de nuestras propias vidas.

Por ejemplo, Jesús dijo "ama a tus enemigos", pero eso no quiere decir que ahora tengamos que amar a Bin Laden, sino que debemos ser leales a las personas y tratarlas con absoluto respeto. Es lo que los filósofos judíos quieren decir cuando aseguran que tenemos que honrar a los extranjeros.

Daniel Johnston, un cantante norteamericano, apostilla a Jesús y dice "témete a ti mismo y ama a tus enemigos". ¿Está de acuerdo?

En absoluto. Antes de amar a los enemigos tenemos que aprender a amarnos a nosotros mismos. Podemos hacer mucho daño a nuestros iguales, y nuestro eogísmo arruina las relaciones con los demás. Pero no creo que el miedo sea una buena manera de vivir.

Uno tiene que aceptarse como es y aprender a ser más sensible con uno mismo. Pasé una buena parte de mi juventud en un convento. Era monja y solía decirme a mi misma que era una persona terrible, una pecadora incapaz de rezar. Más tarde me di cuenta de que no era tan mala y de que estaba siendo egoísta.

Tengo un amigo judío que vivió el holocausto en Alemania cuando era niño. Cuando vió la propaganda contra los judíos, con sólo ocho años, solía pasar las noches pensando: "No soy como ellos dicen. Tengo talento y cosas muy buenas, aunque también cometo fallos".

Tenemos que aceptar tanto nuestras cosas buenas como las malas para poder amar a los demás. Conociendo nuestro dolor podremos empatizar con el de los demás.

¿Cree que la cienciología es una religión?

No tengo ni idea sobre cienciología.

¿No se ha interesado por ella?


No la he estudiado, y por tanto no puedo hablar de ella. ¡No puedo estudiarlo todo!

Alguna vez ha dicho que el odio hacia la religión es una patología.


Creo que cualquier odio es una patología. Algunas personas en Reino Unido no piensan en otra cosa más que en ese odio hacia la religión. Algunos han escrito incluso libros influyentes donde dicen que la religión es una basura. Pero cuando lees un libro así y te das cuenta de que no saben de lo que están hablando. En realidad quien odia la religión está en contra de la idea de la religión que tiene en la cabeza.

A veces la gente que odia la religión ha tenido experiencias nefastas con ellas. Es algo que entiendo, pasé una juventud muy difícil en un entorno religioso y durante años no quise tener nada que ver con la religión. Fue un accidente lo que me acercó de nuevo a ella, una serie de fracasos profesionales que me hicieron reencontrarme con la religión.

Comencé a estudiar las religiones que no conocía muy bien y me di cuenta de que mi imagen de la religión era demasiado pequeña. Tenía muchos de mis problemas personales proyectados en mi imagen de la religión. Cuando empecé a estudiar el budismo, las tradiciones chinas, el judaísmo y el islam me dí cuenta de que la religión es mucho más de lo que pensaba.

Decir que odias la religión y que no tendría que existir es como decir que el sexo no tendría que existir. Sólo porque unas personas sean violadores o pedófilos no debemos eliminar el sexo. Es lo mismo que negar la pintura porque haya malos artistas.

La religión es como el sexo y el arte. Hay quien lo practica mal y quien lo hace bien. Si lo haces bien, puede ser sublime.

Precisamente una de las personas a la que más atención prestamos en sus prácticas religiosas es el Papa Benedito XVI. ¿Qué le parece su papel hasta el momento?

Creo que tiene una visión muy estrecha de la religión. La mayoría de la gente está aprendiendo a apreciar el resto de religiones, pero Benedicto XVI no acepta la religión interreligiosa. Ni siquiera acepta a los protestantes como religión legítima. Le gustaría convertir a toda Europa al catolicismo.

En mi opinión las personas debemos quedarnos en la religión en la que hemos nacido. Creo que lo que dijo el año pasado acerca del islam fue inhumano y nos ha causado problemas, precisamente en un momento en el que no necesitamos más conflictos.

Hace un par de años conocí al Dalai Lama. Cree que todas las religiones enseñan lo mismo y llegó a explicarle a una chica recién convertida al budismo que no era necesario cambiar de creencias.

¿Cree que una persona puede ser religiosa sin pertenecer a ninguna institución?


Claro, yo soy esa clase de persona. Creo que mucha gente se siente alienada de las iglesias y asociaciones religiosas, pero al mismo tiempo buscan lo bueno de las creencias y trabajan por la justicia. Hacen cosas religiosas y no importa si van a misa o no.

Por otro lado creo que las tradiciones religiosas pueden ayudarnos, porque a lo largo de los siglos han ido acumulando sabiduría y son muy variadas. Hay muchas formas de ser cristiano o musulmán. Las instituciones no son lo más importante en la religión, lo realmente importante es tener compasión.

Hay quien busca experiencias trascendentales en su relación con la tecnología. El caso de internet es muy claro, es casi una religión. ¿Qué opinión le merece?

Tuve mi primer ordenador en el año 2000. Soy un poco mayor para esas cosas, al principio quise tirarlo por la ventana, pero poco a poco he aprendido a usarlo.

La tecnología permite avances muy rápidos, la información vuela. Si estás interesado en una cosa, tienes un montón de información con sólo hacer un clic. Además, con los blogs, todo el mundo habla de sus opiniones y de sí mismo, así que creo que deberíamos aprender a callarnos y mirar hacia dentro.

Quizá los ordenadores ayuden a la gente, pero creo que las cuestiones espirituales necesitan una velocidad más lenta.

Lo único que realmente me preocupa es cómo las malas religiones viajan a través de la Red. Es lo que pasó con los terroristas en el Reino Unido. Eran jóvenes islamistas que entraron en contacto con el mundo de Bin Laden a través de internet.

Una pregunta difícil para terminar, ¿cree que un gobierno debe ir de la mano de la religión?

Es una buena pregunta, pero tiene una respuesta complicada. Existen países muy religiosos, como Egipto, donde la secularización es impensable para sus habitantes. En cambio en otros países, como Iraq, la gente pide la secularización porque su experiencia de un gobierno religioso más reciente se reduce a la figura de Sadam Hussein.

En general, creo que la secularización puede ser tan negativa como el fundamentalismo. Por otro lado, la política es un juego muy sucio y cuando un político como George Bush comienza a creerse eso de que Dios le ha llamado para gobernar la religión acaba contaminándose.


Fuente: Entrevista de Carlos Albaladejo en ADN.es

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