Reproducimos a continuación, por su interés, en un sólo texto los tres artículos que ha publicado el economista Santiago Niño Becerra en su artículo diario en La Carta de la Bolsa. Los lectores y lectoras de Espiritualidad y Política saben que desde que comenzó la crisis uno de los economistas que hemos seguido ha sido Niño Becerra porque es uno de los que más está acertando en sus previsiones. Hace un año publicamos en el blog un resumen de su libro, El crash del 2010, que se ha convertido en el artículo más leído en el blog.
Sus propuestas son eso, propuestas, seguro que hay muchas más, pero me interesa especialmente la visión de Niño Becerra porque su perspectiva es mundial, y creemos con él que la salida de esta crisis será mundial, de manera federada o consensuada, porque la crisis es mundial, y los estados nación y el mundo empresarial no están preparados para esta nueva fase de crisis globales económicas, ecológicas, alimentarias, energéticas, etc. Problemas globales necesitan soluciones globales. Os dejamos ya con el artículo:
Propuestas, de Santiado Niño Becerra
El 15 de Febrero Uds. leyeron aquí una batería de propuestas que planteaba tras un período de reflexión les aseguro no-breve. Era un tiempo en el que todos los políticos y abundantes expertos decían que la recuperación, aunque larga, ya se estaba dibujando en el horizonte. Han pasado dos meses escasos y las nubes se están acumulando. Ahora se dice que el problema es Europa. Ahora se están sucediendo las propuestas. Pienso que se sigue sin enfocar toda la realidad en toda su profundidad.
Algo se rompió hace tiempo, pero algo más se acaba de romper cuando abiertamente ya se habla de ‘crisis sistémica’, de ‘riesgo sistémico’, conceptos que para Uds. son conocidos, pero quienes ahora los usan ayer los ignoraban, o los olvidaban, o los rechazaban. ¿No les da la sensación de que se está actuando a la desesperada?. En Europa se van a inyectar 0,6 billones en el sistema para que las entidades financieras adquieran deuda pública a unos Estados exhaustos, ¡pero si la deuda pública es sólo el 25% del Problema Deuda!, ¿qué se va a hacer con el resto?.
Se dice que se quiere perseguir a los especuladores, ¡pero si los especuladores están dentro!: son parte del modelo sistémico que llevamos décadas utilizando: el modelo sistémico: nuestro modelo sistémico es especulativo: sin la especulación jamás se hubiese alcanzado el crecimiento que se ha alcanzado, o, ¿qué demonios creen que, en el fondo, fondo, significaba ‘crear valor para el accionista’?.
En Europa, se dice que se quiere evitar el contagio a toda la zona euro; pero, ¿qué contagio?, los virus a evitar son parte de la estructura sobre la que se ha levantado toda nuestra forma de hacer. Tal y como se ha estado haciendo lo que se ha hecho ha venido dado por como se diseñó el germen del modelo: el crédito puede ser ‘malo’ o ‘bueno’, pero tanto uno como otro, a) son indistinguibles al momento siguiente de ser concedidos, b) tanto uno como otro son esenciales para crecer, y c) tanto uno como otro son parte de la misma capacidad de endeudamiento concedida a países, empresas, familias, personas para consumir-de-todo. Evitar el contagio, ¿qué contagio?, es como si en una persona se pretendiese evitar que envejeciese.
También en Europa: se dice que es difícil alcanzar un acuerdo, pero un acuerdo, ¿sobre qué?. Los problemas de Alemania no son los de Italia, ni los de España los de Holanda; pero EL problema: el agotamiento de este modelo sistémico, afecta a toda Europa, y a USA, y a Asia.
USA. ¡Ya ha llegado la recuperación!. ¿Con un desempleo total del 17%?, ¿con un consumo generado a partir de la inyección de 0,8 billones de USD?, ¿con unos bancos sobre cuyos balances se ha corrido un tupido velo?, ¿sobre unos empleos temporales creados para elaborar un censo demográfico?, ¿sobre las repatriaciones de capital que se están realizando desde Europa al igual que en los compases anteriores ……… ¡al crash del 29!.
¡Pero siempre nos quedarán los BRICs!; ¿si?; ¿y como van a sublimar su dependencia?.
Y en España con el 0,1% se tiran cohetes sin entrar en que una centésima puede ser la diferencia entre tomar o no tomar el tercer decimal en un cociente. Una décima no es significativa en la realidad de un crecimiento negativo interanual. Se proclama el ‘fin de la recesión’, ¡con un ¿crecimiento? del 0,1!. ¿Qué significado tiene un 0,1 con todo lo otro: desempleo, consumo generado a partir de los planes E puestos, caída de la inversión, activos de las entidades financieras ante los que se han cerrado los ojos?. ¿Qué significado tiene si el crecimiento interanual ha sido del -1,2%? (que poco se habla de esto).
Los problemas del planeta se derivan de que el modelo sistémico que hemos estado utilizando se ha agotado, los de España, además de los derivados de ese agotamiento, son cinco: 1) España no es competitiva porque su productividad es ridícula, 2) históricamente el crecimiento de España ha estado vinculado a procesos ultra intensivos en una mano de obra generadora de reducido valor, 3) crecimiento y deuda total han ido siempre de la mano, pero infinitamente más en las últimas dos décadas, 4) la economía española es altamente dependiente de las importaciones de todo tipo de cosas: desde capital a turismo, pasando por commodities y acabando por Ferraris, y 5) debido a lo anterior, aunque no sólo, España tiene un nivel demográfico que la economía española no puede sostener, ni en términos presentes -no puede ocupar a toda su población activa (ni a la que se declara activa ni, obviamente, a la que podría declararse activa) ni siquiera subempleándola-, ni futuros -son legión los expertos que proclaman que el modelo de protección social no es sostenible, menos sostenible que en otras economías-.
Por ello se buscan culpables: la culpa es de las agencias de calificación, de los ordenadores fantasma, de señoras que en bancos gigantescos confunden en un teclado la ‘m’ con la ‘b’. Es curioso, cuando ‘el mundo iba bien’, las agencias de calificación no se equivocaban, los ordenadores no emitían extrañas instrucciones de compra-venta a un centavo de dólar, ni señora alguna tecleaba letras erróneas. Ahora se cometen errores y las cosas funcionan mal, aunque las agencias hoy sean las mismas que hace cinco años, la cibernética sea ahora infinitamente más mejor que en el 2005, y a que muchas de las señoras que cinco años atrás pulsaban teclas las continúan pulsándolas hoy, por lo que su experiencia es mayor. No: el tema no es ese, el tema es otro.
La agencias califican lo que ya no es procedente calificar porque su valor ya no es el que conviene que sea cualquiera que este deba ser; los ordenadores están haciendo unas operaciones que ya no es procedente hacer porque su valor nada significa; y lo que las señoras teclean solo tiene significado en una dimensión de valor no comprensible calculado por unos ordenadores cuyas memorias fueron colapsadas hace tiempo; es decir, no es que se esté haciendo algo mal, es que lo que se está haciendo, pienso, ya no tiene sentido en el hoy y en el ahora actuales: se pretende derribar una muralla con arietes y catapultas, como antes, cuando hoy esta muralla está hecha de campos magnéticos.
La solución al agotamiento del modelo sistémico: un nuevo modelo sistémico a todos se le va a dar, a España también: por decreto: ‘A partir de mañana úsese esto’; pero la solución a los cinco problemas particulares de España tiene que generarse aquí: dentro: en el interior.
Ahora ya sí, ahora ya tocan propuestas, vamos a ello. Uds. ya las leyeron aquí: el 15 de Febrero: se reproducen de nuevo. Doy por supuesto que ya las leyeron, vuelvan a hacerlo, pero háganlo con otros ojos. Recuerden: son heterodoxas, pero pienso que, como punto de partida, son concretas.
Como introducción: decía hace dos meses que las economías planetarias, pienso, llevan dos años y medio sumidas en un ‘tejer para destejer’: primero fue una fase de ayudas y estímulos, ahora toca una de reformas orientadas a reflotar algo viejo y a parchear algo roto, pienso que es necesario una 3ª Fase: actuaciones para sanear la Economía y para preparar la puesta en marcha del nuevo modelo sistémico, pero serán actuaciones que no curarán, y no lo harán por la sencilla razón de que la curación es imposible: a este organismo sólo es posible salvarle con un trasplante.
(Dicen los oncólogos que es un hecho habitual que personas que padecen cáncer se agarren a hechos parciales, incluso inciertos, para, resaltándolos, tener una esperanza: carácter humano, podría decirse. Pienso que hoy se está en ese nivel. Casi ha finalizado la fase de ‘aceptación’ del cáncer: de la precrisis, la de maldecir contra todo pienso que el planeta se la va a saltar, tan sólo referencias a ‘los malos habituales’. Ya estamos entrando en la fase de esperanza: ‘la ayuda coordinada’, ‘el rescate’, aquí ‘la reforma laboral’. Pienso, también, que será breve porque va a dar muy poco de si).
En esta línea: ayer me entrevistaron en una emisora de radio de ámbito nacional: a primera hora. Dos fueron los temas abordados, dos preguntas: a) ¿va a ser efectivo este mecanismo de ayuda / rescate acordado por la UEM y el FMI?, b) ¿es factible el nuevo ajuste anunciado por el Gobierno español?.
La primera. No: ese mecanismo no resuelve el problema: el porqué se ha llegado ha generar esta situación de caos económico en la que nos encontramos y que es el agotamiento del modelo sistémico que hemos estado usando en las últimas seis décadas. Este mecanismo no es más que un parche orientado a los PIIGS: se ha llegado a la conclusión de que es mejor tenerlos dentro y controlados; lo que sucede es que el agotamiento no afecta solo a los PIIGS. Interesante la intervención del FMI: el poli malo.
La segunda. Esos planes del Gobierno de reducir el déficit no son, pienso, ni creíbles ni posibles. No son creíbles porque ya se parte de una posición falsa: la gente olvida muy fácilmente: los presupuestos del año en curso fueron elaborados -y posteriormente aprobados en el Parlamento- suponiendo que el déficit del 2010 sería del 8,1% y del 5,2% en el 2011; también que el PIB crecería el -0,3% en el año en curso, el 1,8% en el 2011, el 2,9% el año siguiente y el 3,1% el que viene después. Esas cifras, pienso, van a quedar a años luz de la realidad, lo que va a desencadenar una caída de la actividad, un derrumbe en los ingresos públicos, una mayor necesidad de gasto. Más. En el cuadro macroeconómico elaborado por el Gobierno se parte de la base de que hasta el 2011 la inversión va a caer, y que la productividad va a caer a lo largo de los próximos cuatro años.
La Señora Salgado ya ha dado a entender que ahora prima la estabilidad sobre la recuperación, pero es que la recuperación es utópica -¿qué recuperación es posible con estas cifras y con las de nuestro entorno?-, y la estabilización, pienso, tan sólo es posible aplicando recortes brutales, pero una estabilización no para sentar las bases de ningún sueño: no es posible volver a lo de antes, sino para que los mercados tengan un argumento para creerse que vamos a poder pagar, a poder pagar la deuda pública que ya tenemos, el resto de deudas …
Mis propuestas vienen después, de momento quedémonos con una muestra de por donde van a ir los tiros: el nuevo plan diseñado para las pensiones griegas: aumento de tres años de la edad de cotización para percibir la totalidad de un importe que va a ser el 18% menor que el actual. ¿Por qué lo llaman estabilización cuando, en realidad, están queriendo decir empobrecimiento?.
- De entrada todos los países deben tener muy claro que esta crisis es mundial por lo que la salida debe ser mundial, no nacional. Las economías de la UE -representadas por técnicos, no por políticos- deberían sentarse a una mesa y tomar medidas de índole exclusivamente general, todo lo adaptadas que se quiera a las situaciones particulares de cada país, pero generales y de obligado cumplimiento, sin excusas ni excepciones.
- La UE, USA, Japón, China, y todos los grandes países productores de commodities habrían de coordinar medidas, planificar necesidades y asignar recursos, dejando a un lado posturas nacionales. En esa coordinación debería ponerse sobre la mesa todo, absolutamente todo, es decir, nadie se debería guardar nada en ningún bolsillo de ninguna chaqueta.
- La porquería que las entidades financieras tienen en sus balances debe salir a la luz: toda la porquería, y a la vez. Los accionistas de esas entidades, si los tienen, deberán enfrentarse a las consecuencias de eso, ellos solos. Las entidades inviables deberían ser intervenidas por los Estados pero bajo la coordinación del grupo de técnicos que se ocupasen de la gestión. Los saldos de los diferentes tipos de cuentas serían congelados y regulados. Se forzarían las absorciones y las fusiones de entidades financieras.
- Análisis detallado y conjunto a nivel de países de las deudas públicas y privadas de cada economía. Petrificación de deudas, determinación de posibilidades reales de pago. Organización y favorecimiento del trueque de bienes y servicios entre países y compañías con fijación de valores de cambio. Establecimiento de un clearing de deudas a nivel de países, empresas y familias.
- Acelerada puesta en marcha de la trazabilidad de bienes y servicios implementando toda la tecnología que sea conveniente. Determinación de qué actividades y de qué compañías son necesarias, eficientes, útiles y cuales no lo son, y eso en todos los subsectores, sin excepción. Determinación de sus costes, de sus necesidades de población ocupada, de sus excedentes de mano de obra. Absolutamente toda la operativa económica deberá girar en torno a la idea de que ‘lo necesario es lo importante’.
- Las compañías estratégicas deberían ser intervenidas por técnicos dependientes del grupo de control, pero únicamente aquellas que sean estratégicas, por ejemplo, las prestadoras de servicios logísticos, si; las que se dediquen al diseño de software para descargarse tonos en el teléfono móvil, no.
- Eliminación de la imposición directa y puesta en marcha de un impuesto sobre el gasto con tasas negativas para aquellos bienes que sean declarados básicos y esenciales. La estructura de ese impuesto debería ser idéntica para todo el planeta al igual que la implementación de esa reforma fiscal; los tipos podrían ser temporalmente distintos en función de las características de cada país, pero siempre según lo determinado por el organismo técnico.
- Análisis detallado de la productividad del gasto no sólo de su cuantía y antes, incluso, que esta; es decir, ¿se gaste eficientemente lo que se gasta?.
- Puesta en marcha, por una única y definitiva vez, de una amnistía fiscal a nivel planetario a cambio de una tasa única que podría equivaler al tipo del impuesto sobre el gasto en su modalidad de bienes intermedios. Una vez agotado el plazo para la regularización, eliminación de todos los paraísos fiscales sin excepción, también persecución del fraude fiscal hasta sus últimas consecuencias más allá de fronteras y legislaciones particulares; a la vez, eliminación de estructuras legales dedicadas a la disminución de los pagos fiscales, tipo SICAVs y similares. Posiblemente lo que se conoce como ‘secreto bancario’ debería ser eliminado, al menos durante el tiempo que dure la salida de la crisis.
- Eliminación del concepto de ‘economía sumergida’ gracias a la persecución contra el fraude y a la amnistía y a la simplificación fiscal. Favorecimiento de la fusión de pequeñas unidades productivas que sean viables.
- Creación de un subsidio de subsistencia generalizado que aglutine diversos conceptos: rentas de inserción, pensiones mínimas, etc., que verdaderamente permita la supervivencia.
- Los mercados de trabajo -el mercado de trabajo- debería ser exhaustivamente vigilado a fin de que se cumpliese la legislación -global- sobre seguridad, higiene, jornada máxima y descanso periódico, así como el cumplimiento del contrato firmado. Los salarios serían decididos en el seno de cada compañía y en su determinación jugarían criterios técnicos de valoración del puesto de trabajo, también el tipo de contrato. Es presumible que la contratación temporal así como la modalidad de contrato a tiempo parcial aumentarán, este tipo de contratos deberán ser muy vigilados a fin de que se cumpla a rajatabla la legislación, pero no frenados ni desincentivados ya que ‘la ocupación’ se formará de la suma de muchos trocitos de ocupaciones personales.
- Favorecimiento de la colaboración entre compañías, tanto públicas como privadas o mixtas en aquellos ámbitos que generen sinergias y ventajas. Desdemonización de los oligopolios, más aún, fomento de los mismos en aquellos casos en los que su existencia incremente la eficiencia. Involucración de las grandes corporaciones en la administración y asignación de recursos.
- Facilitar en todos los aspectos (legales, logísticos, …) el desarrollo del Tercer Sector. El grupo de técnicos debería involucrarle en la gestión, tanto estratégica como del día a día de la protección social (lo que vaya quedando de ella) a nivel local y nacional y transnacional. Favorecer la colaboración entre las entidades del Tercer Sector, los Estados y las corporaciones de modo que se administre de la forma más eficiente posible los fondos con que se cuenten.
- También decía que esta lista no es exhaustiva, ni cerrada, ni definitiva, ni su redactado actual es el que debería ser. Y, como antes argumentaba, las medidas en ella detalladas no arreglan nada: constituyen, tan sólo, un conjunto de propuestas para atravesar el desierto de la crisis sistémica en la que estamos a punto de entrar a la que se diluyan, a mediados de año las ayudas ya puestas en marcha, y a la que se compruebe que las reformas son inoperantes.
Que las propuestas contenidas en esta lista implican un empobrecimiento generalizado, cierto, pero pienso que por el camino que ahora vamos ese empobrecimiento sería muy superior. Y sí, suenan a ‘economía de crisis’, pero es que, ¿saben?, en eso estamos: ante una crisis sistémica.
Nos queda España, ya. Decíamos que la solución a los cinco problemas debía ser interna, pero, sinceramente, no veo que las haya en un horizonte temporal abarcable. ¿Recortar el tamaño del Estado?, ¿reducir el gasto público para acompasarlo a la caída de ingresos producida por una menor actividad?, llevar a cabo una refirma laboral con el fin de eliminar costes laborales’. Pienso que es seguir actuando con herramientas de ayer, que es más de lo mismo.
Ya no está de moda competir en costes laborales, sobre todo si quieres ser alguien en el mundo de valor añadido, lo que sucede es, continúo pensando, que en España no hay recambio posible a estos engranajes oxidados que hemos estado utilizando.
Tendremos crisis sistémica, tendremos cambio sistémico, nos darán un nuevo modelo sistémico, pero España continuará en su particular situación: atraso por imposibilidad real de cambio: ya no se gana competitividad decrementando salarios. ¿Se referirían a esto aquellos que hablaban de España como ‘reserva espiritual de Occidente’?.
“Brother, can you spare a dime?”.
España: claro. Las propuestas del Gobierno. Vamos a ver, los problemas de la economía española, ¿residen en el 5% del salario de los funcionarios?, ¿en la ridiculez que anualmente crecen las pensiones?, ¿en lo que se le da a una familia por tener un rorro?. Estas medidas reducen gasto público para adecuar ese gasto a la caída de ingresos públicos que ya se está produciendo y que va a más: tanto por la caída de la actividad como por las reducciones que se harán en contribuciones que gravan a las empresas (ya lo verán). El paso siguiente será la reforma laboral: reducciones en los costes laborales.
Esos recortes de gasto empobrecerán a la población, y esas reducciones de costes laborales mejorarán el margen de las empresas que sobrevivan, pero, pienso, no, repito, NO contribuirán ni un milímetro a solucionar EL problema de la economía española: su modelo productivo superado, su raquítica productividad, su generación de bajo valor añadido; y ni siquiera medio milímetro en solucionar otro problema de alcance aún no calibrado: el excedente de población activa que ha dejado de ser necesaria y que se materializa en un desempleo creciente y en un subempleo rampante.
Con esas propuestas pienso que el Gobierno está diciendo a la ciudadanía: ‘Chicas, chicos, hay que gastar menos porque no tenemos pasta’, nada más, NADA MÁS. Y ahora viene lo peor: no dice otra cosa porque no quiera, sino porque no puede, porque no pueden, ni este Gobierno ni cualquier otro que pudiéramos imaginar.
“Brother, can you spare a dime?”.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Fuente: La Carta de la Bolsa
Enlaces a los tres artículos originales:
Propuestas - 1
Propuestas - 2
Propuestas - y 3
Enlace a todos los artículos de Santiago Niño Becerra en el blog
No me queda ninguna duda que todo lo que propone Santiago Niño será finalmente implementado. Lo que tampoco tengo duda alguna es que NO será implementado por los políticos y regidores actuales; aquellos que han creado un estado monstruo con 17 cabezas, que han endeudado las ciudades hasta niveles insostenibles, que han otorgado créditos desde las Cajas de forma totalmente irresponsable. El modelo ya no sirve, y la presión de China e India por alcanzar un nivel comparable de bienestar es demasiado grande. Hasta que no se produzca un nuevo salto tecnológico, que incremente la productividad en varios órdenes de magnitud, la única solución será rebajar el nivel general. Necesitamos dos cosas para cambiar: ENERGIA GRATUITA Y DINERO GRATUITO. Es decir,ni bancos ni petroleras ni estados cargando impuestos desmesurados sobre la energía.
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ResponderEliminarGenial artículo, es bueno que haya personas interesadas en informar sin obtener nada a cambio. Si todos difundimos lo que conocemos puede que algún día consigamos la sociedad que deseamos.