Javier Arias es editor de Alterglobalizacion's weblog
Un análisis somero de la realidad del mundo que nos rodea nos enfrenta a
hechos escalofriantes: Un reducido y privilegiado 20% de la población mundial
disfruta del 80% de la riqueza disponible mientras el otro 80% de seres
humanos están condenados a pelear por el 20% restante de bienes, es decir por
las sobras y las migajas. Al mismo tiempo el medio ambiente experimenta todo
tipo de problemas: disminución brutal de la biodiversidad, elevación
incontenible de los niveles de polución en el aire, el agua y la tierra,
cambio climático, desertización...
El concepto que auna toda esta cadena de hechos es el sufrimiento; sufrimiento
del ser humano y sufrimiento del planeta. La vida cruje, languidece y se
degrada mientras la humanidad se debate entre la impotencia y la resignación.
El sufrimiento es el hilo que une a todas las razas, religiones y lugares de
la Tierra. La víctima, el pobre, el expoliado, el hambriento, el explotado, el
humillado son el punto de partida desde el cual todas las religiones pueden
mirarse en el espejo. Este es, potencialmente, el núcleo primigenio de un
diálogo fraterno, abierto, desgarrador y finalmente fecundo, como un
alumbramiento.
La espiritualidad inherente al ser humano nos ofrece una reserva de esperanza
ante la catástrofe. Las distintas religiones, partiendo del hecho nuclear del
sufrimiento, pueden ser capaces de encontrarse y dialogar, vinculadas por la
profunda sensibilidad que atesoran siglos de experiencia y, sobre todo, por el
humanismo responsable que encierran en su interior. Las espiritualidades de
las múltiples culturas apuntan hacia la trascendencia, hacia la esperanza,
hacia la propuesta transformadora. Ante el sufrimiento no se amedrantan
planteando una respuesta anclada en el amor al prójimo como eje de actuación
y una dinámica consecuente de liberación.
Frente a la ideología del egoísmo imperante que nos conduce hacia la
autodestrucción, las distintas religiones y espiritualidades proponen un
modelo totalmente diferente: austeridad frente a despilfarro, generosidad
frente a codicia, cooperación frente a competencia, humildad frente a
soberbia, fe frente a escepticismo, confianza frente a miedo, amor frente a
odio, paz frente a violencia, reparto frente a acumulación...
Budismo, Islamismo, Hinduísmo, Judaísmo, Cristianismo... los principios son
sorprendentemente comunes y sus soluciones al sufrimiento eco-humano
frontalmente contrapuestas a las proclamadas cada día por el pensamiento
suicida de las mentes simples.
otro mundo es posible
Fuente: Autor
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