Destacamos tres textos que nos han llamado mucho la atención. Los autores son economistas reconocidos, los tres con blogs muy seguidos:
El dinero es arroz, por Marc Vidal
"A pesar de la bajada de tipos de interés acordada ayer por los principales bancos centrales del mundo, entre ellos el BCE que recortó medio punto para dejar sus tasas en el 3,75%, el euribor ha vuelto a subir y se ha puesto en un espectacular 5,512%. ¿Y que esperaban? ¿Qué la confianza interbancaria se retomara de golpe? En los EUA los tipos estaban hasta ayer al 2% y sus tipos de gestión hipotecarios rozaban el 7%. El precio del dinero ya incide poco en el coste del líquido, ahora lo que marca su precio es el nivel de confianza. ¿Cómo vamos a tener costes de moneda bajos si hay entidades bancarias que compran su liquidez al 16% y más?...
Los tipos de interés rozarán el 2% en Europa a final del año próximo para intentar generar flujos comerciales y de consumo, pero no servirá de nada, ya estaremos en parada técnica, en aquello que los economistas llaman “desproducción financiera”. El precio que tenga el dinero no importa, ya no juega ningún valor en esta carnicería. Ahora el dinero es un bien natural como el arroz o el petróleo. No importa lo que valgan las cosas y si tienes dinero para comprarlas, lo que es fundamental es que dispongas de él y puedas recibir ofertas por el mismo..."
sigue leyendo el post completo (y te aconsejo que también leas los comentarios) en el blog de Marc Vidal
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Crisis y planes, por José García-Montalvo
"Es difícil entender las aceleradas medidas que los gobiernos y los bancos centrales están tomando ante la crisis. Pensemos en la bajada coordinada de tipos de interés de ayer. Primero, la medida es ineficaz para el problema que intenta resolver. Solo hay que comprobar como la bajada de tipo de interés de la Reserva Federal en los últimos meses no se ha visto reflejada en una bajada de los tipos a particulares y empresas. Lo único que ha sucedido es que el diferencial entre el tipo de intervención y el tipo interbancario ha aumentado. Nada impide que ese diferencial continúe aumentando aunque el tipo de intervención baje. Cuando existe desconfianza y los mercados monetarios se colapsan una baja de tipos no genera liquidez. Segundo, la señal que se manda al mercado es contraria a la necesaria. Los bancos centrales deberían mantener la calma para transmitir confianza. Pero cuando lanzan medidas radicales y urgentes es como si gritaran “estamos aterrados”. ¿Cómo se puede pedir confianza a los ahorradores cuando los bancos centrales y los gobiernos están tan intranquilos?
Otra cosa que sorprende es como se ha identificado el Plan Paulson, “un posible plan para un momento único”, con “el único plan posible”. La identificación ha llegado hasta el punto de condicionar las propuestas en Europa y en España. Los 50.000 millones para comprar “créditos de calidad” del gobierno Zapatero son un eslabón más en este seguidismo irreflexivo de las medidas propuestas en EE.UU. Si los créditos son de verdad de calidad, ¿cómo es que solo el gobierno lo ve y no hay fondos soberanos o “hedge funds” dispuestos a comprarlos? Si son de tan buena calidad, ¿por qué no los descuentan en el BCE? A claro, el BCE realiza préstamos entre tres y seis meses y la propuesta del Tesoro español son créditos a 3 o 5 años. Pero, ¿no decíamos que estamos ante un problema de liquidez? Hacer préstamos a tan largo plazo huele mucho a intentar solucionar problemas de solvencia, lo cual podría intranquilizar todavía más a los ahorradores...
sigue leyendo en el blog de José García-Montalvo, artículo publicado también hoy en el periódico La Vanguardia
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¿De dónde saldrá el dinero para salvar a los ricos y a los bancos?, por Juan Torres
"...El dinero con que Bush pretende hacer frente a la crisis financiera tendrá que salir de tres grandes fuentes. Conociéndolas, podremos aventurar también lo que va a ocurrir en el mundo en los próximos tiempos. Veamos.
En primer lugar, los recursos saldrán de un mayor endeudamiento exterior de la economía estadounidense. Para ello tendrá que lograr colocar en el exterior bonos y otros títulos de deuda, lo que entre otras cosas va a ir cambiando irremediablemente el mapa político y la distribución de poder en el mundo. China, India y otros países irán haciéndose más fuertes, mientras que la economía de Estados Unidos se va a ir debilitando y haciéndose más dependiente. En segundo lugar, los recursos procederán de la impresión de más dólares. Esto es algo que ya viene sucediendo de forma premeditada aunque no se suele hablar mucho de ello. En diciembre de 2005, la Reserva Federal acordó que a partir de marzo de 2006 ya no se iba a publicar la cifra que los economistas llamamos M3 (la cantidad de dólares que circulan en forma de billetes, monedas y depósitos a la vista). No hace falta ser un lince para percatarse de lo que había detrás de esa decisión: un crecimiento vertiginoso de la cantidad de dólares en circulación. Estimaciones no oficiales señalan que M3 pasó de representar algo más del 7% del PIB de Estados Unidos en junio de 2006 al 18% en febrero de 2008 (desde entonces comenzó a desplomarse vertiginosamente hasta el nivel más bajo alcanzado desde 1959, pero como consecuencia de la retirada de liquidez bancaria que produjo la crisis). Para que esta fuente de obtención de recursos sea viable, Estados Unidos tendrá que recurrir a su poder imperial para colocar en el mundo una moneda cada vez más depreciada y menos valiosa. La consecuencia más que previsible no es muy agradable: incrementará su presencia militar y tratará de provocar focos de inestabilidad que justifiquen su presencia para asentar así su poder como primera potencia mundial.
Finalmente, los recursos provendrán también de los propios ciudadanos, directamente en forma de impuestos o indirectamente como renuncia a gastos públicos que representan ingresos indirectos (como la sanidad o la educación) o diferidos (como las pensiones).
Me atrevo así a predecir que dentro de poco comenzaremos a oír el discurso contrario al que hasta ahora hemos venido escuchando. Ahora nos volverán a decir que los impuestos son buenos, que hay que contribuir entre todos a lograr estabilidad económica y que todos hemos de arrimar el hombre. Ya han empezado de hecho con la desvergonzada cantinela de que para salir de esta crisis hay que moderar los salarios.
De esas fuentes saldrá el dinero para que los ricos que han provocado la crisis con su codicia criminal salgan de ella sin despeinarse ni un pelo.
Salvo que los ciudadanos nos opongamos y reclamemos soluciones más justas, que no impliquen semejantes privilegios, que hagan responder de su culpa a los responsables y que devuelvan a los ciudadanos los recursos que son suyos."
lee el artículo completo en la web de Juan Torres, artículo publicado también en Sistema Digital
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