22/7/07

El apóstol número 13


"Yo te conozco, hijo, y sé de ti cosas que tú mismo ignoras. Ya verás, viviendo aquí adquirirás la mirada del despertar interior, la que Jesús poseía a su salida del desierto, la que le permitió ver a Nataniel bajo la higuera, que, sin embargo, estaba fuera del alcance de su vista. Sé lo que has sufrido, y sé por qué. Buscas el tesoro más precioso, un tesoro del que ni siquiera las Iglesias poseen la llave, un tesoro del que sólo pueden indicar la dirección, si es que no obstruyen su vía de acceso".

"Todas las cosas pueden ser conocidas sólo desde el interior. La ciencia es únicamente la corteza; hay que atravesarla para encontrar el corazón, la albura del conocimiento. Esto es cierto para minerales, plantas, seres vivos, y también para los Evangelios. Los antiguos llamaban a este conocimiento interior una gnosis. Muchos resultaron intoxicados por el alimento demasiado rico que encontraban en ella; se les subió a la cabeza, se creyeron superiores a todos, catharoi (puros en griego, de ahí el nombre de los cátaros). Ese que encuentras en el Evangelio (el mismo cuya presencia experimentas también en la oración) no es ni superior ni inferior a ti: es contigo. La real presencia de Jesús es tan fuerte que te liga a todos, pero te separa también de todos."

"La Iglesia creó los sacramentos para que todos los creyentes del planeta pudieran entrar físicamente en contacto con Dios. Si se les arrebata eso, ¿qué les quedará? Jesús pide que se le imite cotidianamente, y el único método que propone es la oración. Pero las multitudes, y una civilización completa, sólo se dejan arrastrar por medios concretos, tangibles."

"No debes sentir nunca rencor hacia la Iglesia católica. Ella hace lo que siempre ha hecho, aquello para lo que está hecha cualquier Iglesia: conquistas el poder y luego conservarlo a cualquier precio. Un monje de la Edad Media la definió de forma realista: casta simul et meretrix, la casta puta. La Iglesia es un mal necesario, hijo mío; el abuso permanente de su poder no debe hacerte olvidar que encierra un tesoro, la persona de Jesús. Y que sin ella nunca le hubieras conocido"


Fuente: Extractos de la novela El apóstol número 13, de Michael Benoît, (Ed. Grijalbo)

Michael Benoît es Doctor en Biología, teólogo, escritor e historiador vocacional. Fue monje benedictino durante veinte años -cinco de ellos en el Vaticano-, hasta que en 1984 decidió colgar los hábitos, enfrentado con una Iglesia católica que no veía con buenos ojos sus trabajos sobre la vida y personalidad de Jesús.

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